Monday, October 31, 2011

SKYCLAD “Folkemon” (Nuclear Blast, 2000)



Cuanto más descollantes las letras de Martin Walkyier, más falta de sorpresas hay en la música de Skyclad. “Folkemon” te roba la respiración de entrada con la enérgica “The Great Brain Robbery”, pero sólo en contadas instancias produce emociones similares a medida que los minutos siguen su curso. Si de comparaciones recientes hablamos, ubicaría al décimo trabajo de los ingleses un par de escalones por encima de “Vintage Whine” (1999), y otro tanto por debajo de “The Answer Machine?” (1997) o “Irrational Anthems” (1996). Mientras que estos últimos ofrecían más de un ejemplo memorable, “Folkemon” distribuye sus virtudes a lo largo de diferentes momentos aislados. El riff inicial de “Think Back And Lie Of England” promete la euforia pero termina conformándose con el entretenimiento. “Crux Of The Message” y “The Disenchanted Forest” contienen pasajes de una belleza casi atmosférica, aunque entrelazados en una estructura de heavy metal por completo ortodoxa. Los estribillos de “The Antibody Politic” y “When God Logs-Off” compiten por el primer puesto en materia de gloria inmediata, perdiendo en el último segundo con la melancolía desbordada de “You Lost My Memory”, acaso la verdadera destacada. De cierta forma, se percibe una garra adrenalínica que transforma a la placa en una de las más pesadas del grupo, sacrificando en el camino gran parte de las cuotas emotivas de antaño en favor de un sonido más directo y certero. Sobra fuerza y bronca para tirar para el techo, al fin y al cabo, en oposición a la idea de un festín folk confusamente presagiado por el mismísimo título. Y mientras tanto, el verdadero álbum definitivo de Skyclad sigue haciéndose desear...

Friday, October 28, 2011

FLEURETY “Department Of Apocalyptic Affairs” (Supernal Music, 2000)


“Department Of Apocalyptic Affairs” desafía calificaciones. Resulta increíble que la movida "blackmetalera" nórdica de unos pocos años atrás se haya deformado en esta bizarra yuxtaposición de estructuras y estilos, tan fascinante en sus posibilidades como desconcertante para los oídos no pervertidos. Y la sorpresa se acentúa considerablemente si recordamos que “Min Tid Skal Komme”, el anterior álbum de estos noruegos, se adentraba musical y literariamente en territorios por completo diferentes. Ni lo más reciente de Ulver consigue, por momentos, equiparar el grado de lunatismo compositivo que Alexander Nordgaren (guitarras) y Svein Egil Hatlevik (sintetizadores, batería y voces), únicos miembros originales y estables, implementan sin resquemores. Fragancias electrónicas se aparean con riffs de black metal excitados por coloridas contorsiones industriales, mientras una base de acid-jazz sostiene inusuales melodías de saxofón y atmósferas que se pasean por los dominios del doom, el tecno (y, en el caso de “Exterminators”, ¡las bandas de sonido de los video juegos!), y vaya uno a saber qué otros géneros. Para colmo, siguiendo la sana costumbre noruega, estamos ante una obra en la que participaron, a modo de invitados especiales, prácticamente todas las luminarias de la movida. Tal es así que a lo largo de las canciones nos vamos topando con gente como Hellhammer (Arcturus, Mayhem, The Kovenant), Carl Michael (Ved Buens Ende, Dodheimsgard), Einar Sjurso (Beyond Dawn), Garm (Arcturus, Ulver), Knut M. Valle (Ulver), Maniac (Mayhem), Carl August Tideman (Arcturus, Tritonus), y Vilde (Magenta), entre muchos otros. Incluso la presentación gráfica del álbum pone de manifiesto el grado de originalidad del dúo, al presentar un booklet principal cuyas 4 carillas (todas ellas con diferentes ilustraciones) pueden oficiar de tapas. Dicho booklet encierra, al mismo tiempo, una suerte de contenedor estilo “carpeta” (llamada “reportes”) que a su vez contiene 8 hojas individuales (una por cada letra de las canciones) y dos fotografías tipo “polaroid” en las que se pueden apreciar a los miembros de la banda sentados en un inodoro mientras leen una revista pornográfica. “Vanguardistas” o no, lo cierto es que el resultado es sumamente interesante, si bien el evidente (y respetable) afán de “sonar distintos” en algunas instancias lo obliga a uno a rascarse la cabeza, provocando más confusión que satisfacciones. 

DRAWN "A New World?" (Prophecy Productions, 1999)



Muchos ubicaron a "Strange In Stereo", el tercer larga duración de los noruegos In The Woods..., algunos escalones por debajo del antológico "Omnio". Personalmente, no tuve que sobrellevar tal decepción, y de hecho considero al citado álbum como uno de los mejores trabajos editados en 1999. Pero si tu caso no es el mismo, acá tenés la mejor solución. "A New World?", el debut de los también noruegos Drawn, transpira, a lo largo y ancho de su duración, todos y cada uno de aquellos maravillosos ingredientes que hicieron de "Omnio" una placa para el recuerdo eterno. Si los 15 minutos de "299.796 km./s" nunca se te hicieron largos, retorcéte de placer con los 10 de "Rivawella Form". Si "I Am Your Flesh" hizo que tu corazón implosione de tristeza, andá preparando el pañuelo antes de experimentar "Would Have Had". Porque si bien se podría alegar a modo de reproche las evidentes similitudes entre ambas agrupaciones y sus correspondientes temas, hay que reconocer que la vorágine orgásmica que proporciona esta descomunal obra está más allá de cualquier tipo de objeción. Y es más, hasta el mismo Jan Transit (cantante de ITW...) nos deleita con sus pasionales entonaciones en carácter de invitado de lujo. El resultado es un escalofrío constante que te recorre el alma como un torbellino que desconoce el significado de la piedad a la hora de proporcionar descargas de una belleza que, creéme, pocas veces vás a tener la suerte de confrontar. Ya veremos a lo largo de este año cuál de los dos contrincantes se lleva las palmas, pero por ahora, "A New World?" es el mejor álbum de In The Woods... no grabado por In The Woods... 

Thursday, October 27, 2011

CHILDREN OF BODOM “Follow The Reaper” (Nuclear Blast, 2000)



(Primer bostezo) Temo que Children Of Bodom me aburre olímpicamente. (Segundo bostezo) Si quisiera escuchar una combinación de Stratovarius e In Flames, escucharía “Visions” y “The Jester Race” seguidos. (Tercer bostezo) Pero no al mismo tiempo. (Cuarto bostezo) Aunque puede que ustedes opinen lo contrario. En ese caso, es muy probable que los fans de Stratovarius huyan despavoridos gracias a la faringitis aguda de Alexi Laiho, y los de In Flames vomiten de asco entre tanto duelo de teclados y guitarra. (Primer cabeceo) Resulta increíblemente injusto que propuestas de estas características atraigan por igual la atención del público y la prensa, reciban un apoyo publicitario considerable, y se beneficien de una calidad sonora sin concesiones. Conozco decenas de bandas realmente merecedoras de semejante tratamiento. (Segundo Cabeceo y quinto bostezo) Aunque es perfectamente comprensible. Lección número 1 del Manual Para Dueños De Sellos Discográficos: Dale al público lo que el público quiere escuchar. ¿Y qué quiere escuchar el público? Aparentemente, la misma fórmula harto-probada de siempre, con algún que otro ingrediente cambiado de lugar o brindado en cantidades alteradas. (Tercer cabeceo) Con “Follow The Reaper”, la receta termina por empalagar. (Último bostezo antes de sucumbir) ¿Originales? ¿Inventivos? ¿Demoledores? Debo estar perdiéndome algo.

Esteban Medaglia (quedándose dormido). 

Wednesday, October 26, 2011

Goblin Vinyl Jewels

(Este tópico lo inicié varios días atrás en inglés, básicamente por una razón bien sencilla: atraer una mayor cantidad de lectores y "expandir" el alcance del blog. Para aquellos que frecuentan este sitio y no hablan inglés, bien valga una breve presentación del tema:)

Una de las razones por las cuales decidí "volver" al fomato analógico al que los audiofilos nos referimos sencilla y cariñosamente como "vinilo" es debido al amor incondicional que le tengo a las bandas de sonido de películas "de culto". Me refiero, concretamente, a los trabajos de compositores italianos tales como Bruno Nicolai, Riz Ortolani, Stelvio Cipriani, Piero Piccioni, Goblin, Fabio Frizzi, Luis Bacalov, Piero Umiliani y, sobre todo, Ennio Morricone, una verdadera "leyenda viva" dentro del rubro que sigue componiendo maravillas con más de 80 pirulos en su curriculum. Lo suyo, pura y sencillamente, es incomparable. 

Recientemente me puse a escarbar en recovecos de los más inusuales, y, arqueología cinéfila de por medio, encontré unas cuantas joyitas de lo más raras dentro del género. Todas en vinilo. Casi todas versiones originales, algunas con ya 40 años (!) o más a cuestas. Unas pocas de estas ediciones incluso estaban todavía selladas, 100% nuevas. Increíble pero real. Pero lo más increíble es que las conseguí por precios irrisorios (la más cara me costó 10 dólares), mientras que en Amazon ninguna baja de los 70 verdes y algunas demandan cifras de 3 dígitos. 

A modo de homenaje hacia estos grandes compositores, hoy en muchos casos olvidados, y como para documentar lo divertido del asunto, se me ocurrió iniciar este tópico. La idea es expandirlo a medida que los descubrimientos se incrementen y la colección crezca. 

Abajo van a encontrar varias maravillas de Morricone. Sigo ahora con tres clásicos soundtracks de Goblin...


"Dawn Of The Dead", original US release

"Suspiria" Dagored Italian re-release



"Deep Red" Dagored Italian re-release

Back cover of Dagored's "Deep Red" re-release

GREEN CARNATION “Light Of Day, Day Of Darkness” (Prophecy Productions, 2002)



Pocas veces escuché imágenes tan hermosas. Porque “Light Of Day, Day Of Darkness” no es un álbum ordinario, sino una suerte de filme sonoro que despliega sucesiones de paisajes y sentimientos más vinculados a lo cinemático que a lo netamente auditivo. Y la intención es clara incluso en el formato elegido para presentar la obra: un único track de sesenta minutos, sin sub-divisiones ni atajos para acceder con mayor facilidad a algún momento determinado de la placa. Se trata de un todo indisoluble con sus correspondientes “principio, nudo y desenlace”, un fluir progresivo y sumamente natural de melodías que poco a poco adquieren peso y significado dentro de la historia, como personajes cuya importancia en el argumento nos es revelada a medida que la trama avanza y los hilos van siendo atados. Y sólo al final, una hora más tarde, somos testigos atónitos de la memorable criatura que acaba de cobrar forma ante nuestras narices sin que siquiera nos hayamos percatado de su gestación. Imposible utilizar el botón de fast forward, a no ser que la idea sea no tener idea. 

“Light Of Day, Day Of Darkness” (“Luz Del Día, Día De La Oscuridad”) requiere de todo un ritual previo para ser disfrutado correctamente: luces apagadas, sillón cómodo, control remoto fuera de alcance, corazón abierto... y el coraje para ingresar a un territorio inhóspito: aquel ubicado dentro del alma; tan cerca que raramente lo visitamos...

El grupo es responsabilidad del noruego Tchort, ex-bajista de Emperor (luego de la partida de Mortiis) que aquí se desempeña como guitarrista y actualmente también divide su agenda entre Blood Red Throne y Carpathian Forest. Lo acompañan numerosos músicos invitados e integrantes que podríamos considerar como fijos, si bien la formación actual difiere de aquella que grabara el magnífico debut, “Journey Through The End Of The Night”. Los hermanos Christian y Christopher Botteri (de los tristemente disueltos In The Woods...) ya no son de la partida, y justamente allí reside la mayor diferencia entre este trabajo y su predecesor. “Light Of Day, Day Of Darkness” fue compuesto e ideado pura y exclusivamente por Tchort, y las reminiscencias a In The Woods..., tan protagónicas en el álbum debut, hoy le ceden el paso a un sonido más ambiental y etéreo, casi-psicodélico por momentos. La cornucopia resultante posee tanto de Pink Floyd y Candlemass como de insólita originalidad, una conjugación única que suena fresca y gratificante en todo momento. Los también ex-In The Woods... Jan Transit (aquí “Jan Kenneth T.”) y Synne Soprana vuelven a participar como invitados, el primero cantando las estrofas iniciales -más un breve pasaje hacia el nudo de la obra- y la segunda el interludio. La tan publicitada (y explotada) participación previa de Vibeke Stene (de Tristania), en cambio, no se repite, aparentemente por problemas contractuales. Y a diferencia de “Journey Through The End Of The Night”, en donde Transit alternaba voces con Geir Sollied, este segundo ofrecimiento cuenta con un cantante llamado Kjetil Nordhus como principal vocalista. Su registro, en ocasiones intencionalmente “sintetizado”, sorprende de forma negativa durante las primeras escuchas, pero poco a poco descubre su particular encanto hasta convencernos por completo de su aptitud para el puesto. Un coro de niños, un coro estándar, sitar, Hammond B3, esporádicas voces gritadas a cargo de Roger Rasmussen, cuerdas, y otros instrumentos clásicos completan la diversa y exquisita gama sonora de la obra.

Panorámica en su abanico de colores y épica en su excelsitud, la cohesión que “Light Of Day, Day Of Darkness” produce entre sí y el oyente es admirable. Pink Floyd viene a la mente de inmediato, pero el esplendor comienza a ramificarse por recovecos inenarrables mientras los balbuceos alegres de un niño (¿el hijo de Tchort?) y la inconfundible pasión de la garganta de Transit se conjugan  hasta que la obra propiamente dicha da comienzo (00:00 a 03:40). Las guitarras de Tchorth y Bjorn H. irrumpen en un estallido de gloria hasta alcanzar el climax (el primero de los numerosos a lo largo del transcurso de la historia) en un apoteótico frenesí (5:22 a 5:48), acaso el único resabio del black metal como género y de In The Woods... como banda presente en la placa. La excelente calidad de la producción permite diferenciar cada instrumento con suma nitidez a medida que las texturas se entrelazan y la complejidad hace su aparición. Green Carnation excita los sentidos como pocas bandas en la actualidad, los acaricia y rasguña al unísono, desafiándolos y reconfortándolos, como el bellísimo cambio de ritmo y corte de teclados tras la segunda pronunciación del título del álbum (15:25 a 16:20), uno de mis momentos favoritos dentro de sesenta minutos de momentos favoritos.

La ambición es un arma de doble filo, y “Light Of Day, Day Of Darkness” ciertamente es una obra ambiciosa. Pero todo en ella resulta un éxito. Desde el primer albor del día hasta la caída de las sombras. Aunque aquí tales diferencias no se aplican. Porque, en ambos casos, el fulgor es infinito.

Tuesday, October 25, 2011

GREEN CARNATION “Journey To The End Of The Night” (Prophecy, 2000)


La triste noticia de la separación de In The Woods... no podía salirse con la suya. Una injusticia más en un mundo que se alimenta de las injusticias no hace diferencia alguna, pero acaso los milagros realmente existan. Si obras como “Journey To The End Of The Night” consiguen ser engendradas, y sus soñadas melodías esparcidas entre los mortales, entonces puede que una fuerza superior, inmensamente generosa, nos observe desde un panteón tan improbable como mágico. Aunque ni el mayor de los deseos pudo siquiera atreverse a presagiar la divinidad de los resultados expuestos en este debut. Green Carnation representa, de alguna forma, la continuación ideal de In The Woods... Tanto los hermanos Chris y Christopher Botteri (guitarras y bajo, respectivamente) y Synne Soprana (voz), todos ellos ex In The Woods..., forman parte de una alineación que completan el guitarrista Tchort (ex Emperor), Alf Tore Rasmussen en batería, Vibeke Stene (Tristania) en voz, y Leif en violines, mientras que Geir Sollied, Atle Dorum y Linn Solaas también se reparten voces en diferentes temas. Incluso el mismísimo Jan Transit (cantante de In The Woods...) aparece a modo de invitado, eclipsando con su tono etéreo la ya de por sí surreal atmósfera de una placa para la antología. La psicodelia emotivamente delirante de "Omnio" y la densas capas oníricas de "Strange In Stereo" se entrelazan en una orgía para los sentidos que comprende un viaje aún más revelador que aquel que el título sugiere. Imposible encontrar los adjetivos exactos. Se trata de un resplandor dentro de una tormenta cuya vorágine es un calidoscopio de escalofríos y sensaciones impensadas. Los 17 minutos de “Under Eternal Stars”, majestad suprema en un reino de cristalina lujuria, inspira panoramas que sólo los aventureros dispuestos a subirse al lomo de una melodía sin fin sabrán disfrutar. Y el resto de las piezas, las excepcionales, exuberantes y radiantes piezas, invitan a nuestros oídos a hazañas semejantes. Imposible, por lo tanto, resistirse. In The Woods… puede haberse separado, pero gracias a Green Carnation, su legado continúa más vivo que nunca. Repito: sólo una fuerza angelical puede ser culpada por este milagro. Nuestras súplicas fueron planteadas a los cielos... Y los cielos escucharon.

Monday, October 24, 2011

More Rare Soundtrack Vinyl Finds...

"Exorcist II: The Heretic" original Warner Bros. US pressing. 

"Guns For San Sebastian" original MGM US pressing. This one was still sealed!

"sounds great in STEREO"!

"The Sicilian Clan" original US US pressing. 

One of my all-time favorites: "The Big Gundown". Original 1968 US pressing. 

Sunday, October 23, 2011

My Cult Soundtracks Vinyl Discoveries

I am an avid soundtrack collector, specially when it comes to obscure, cult and rare Italian 60's and 70's composers such as Bruno Nicolai, Riz Ortolani, Stelvio Cipriani, Piero Piccioni, Goblin, Fabio Frizzi, Luis Bacalov, Piero Umiliani, and many, many others. Ennio Morricone, no longer a "rare" name but a living legend in his own right, is one of my biggest and frequent obsessions. One can simply never have enough Morricone. More "mainstream" composers such as John Williams, John Barry, Basil Poledouris, Danny Elfman and Jerry Goldsmith also figure prominently in my collection.

One of the main reasons why I got back into vinyl was precisely because I thought it'd be fun to hunt-down some of these recordings and find the original pressings. Little did I know that I would soon start finding them for incredibly low prices and in the most unexpected of places. Some of them in mint condition, some irreparably damaged and/or badly scratched, some even still unopened! The pile is now getting bigger, and the load on my Ikea shelf heavier by the week. Yesterday was a particularly rewarding day. I found lots of Morricone original pressings (some of them Italian) at my local Specs, and grabbed all of them without hesitation. I thought it'd be fun to document my "adventures" here, with some visual evidence. Let's start with some Ennio jewels. I'll be adding more images as the collection grows...



"A Fistful Of Dollars", original 1967 RCA pressing. 

Both "A Fistful Of Dollars" + "For A Few Dollars More". US RCA 1976 re-release. 


"Une Pistola Per Ringo" + "Il Ritorno Di Ringo", original Italian pressing. Year unknown. 


"My Name Is Nobody", 1979 Cereberus Records pressing.

"Quemada", 1970 United Artists US release

"La Storia Vera Della Signora Dalle Camelie", Italian pressing. Year unknown. 

"Revolver", 2000 Dagored Italian re-release.