(reportaje originalmente publicado en Maelstrom #1 - Mayo 2001)
Tras el lanzamiento de “Prometheus,
The Discipline Of Fire And Demise”,
la entidad de black metal más influyente de década de los '90 anunció su disolución.
No sólo se trató de uno de los
acontecimientos más importantes del 2001,
sino del final de un capítulo
fundamental dentro de la historia de la música extrema contemporánea. Aquel que
inició el escándalo y hoy concluye la admiración...
- ¿No va más?
- No. La razón es bastante compleja y al mismo tiempo
bien sencilla: como Emperor, sentimos que ya no podemos ir más lejos. Si
queremos seguir creando música honesta y sin compromisos tenemos que mirar
hacia delante y empezar a pensar en nuevas posibilidades. Tenemos que seguir
caminos separados, y preferimos tomar la decisión nosotros mismos, en lugar de
esperar a que fuerzas mayores nos obliguen a hacerlo.
- ¿Tenías en mente desde un principio que éste iba a
ser el último álbum de Emperor?
- Sí.
- ¿Incluso desde antes de componer los temas?
- Sí.
- Una de las constantes en el grupo siempre fue la
evolución, y de hecho este último trabajo representa la obra más barroca y
compleja que hayan editado. ¿Lo considerás el pico creativo de Emperor? ¿Sentís
que ya alcanzaste todos los objetivos que te habías propuesto alcanzar?
- Te diría que sí. Todos en el grupo tenemos mucha más
música para dar, pero como Emperor ya hicimos todo lo que podíamos hacer.
Emperor era el resultado de una colaboración entre gente con diferentes gustos
musicales, y pienso que llevamos esa colaboración lo más lejos que nos fue
posible. Samoth [guitarrista rítmico] y Trym [baterista] tienen sus propios
gustos e intereses.
- ¿Pensás que esta decisión tiene algo que ver con el
hecho de que el black metal es un estilo con evidentes limitaciones, y acaso se
sentían atrapados entre sus paredes? Aunque claro, la de ustedes siempre fue
una propuesta mucho más rica en comparación al producto típico dentro del
género...
- Digámoslo de esta forma: es cierto que el black
metal tiene sus limitaciones, pero creo que Emperor también tenía las suyas. Si
bien las diferencias en los gustos musicales de cada uno de nosotros son
notorias, Emperor se convirtió en una entidad con su propio sonido, y es
ese sonido el que desarrollamos durante todos estos años y hoy decidimos
concluir. Pero creo que dejé de pensar en Emperor como una banda de black metal
incluso desde antes de “Anthems To The Welkin At Dusk”, tanto musical
como líricamente. Nuestras raíces provienen del black metal, cierto, pero la
decisión de poner punto final creo que surge como consecuencia de nuestras
propias limitaciones como banda, y no tanto por las del género. Con esto no
quiero decir que no hubiésemos podido llevar a Emperor un paso más allá y
convertir al grupo en algo totalmente diferente, pero para eso hubiésemos
tenido que estar todos de acuerdo, y nuestros gustos son tan distintos que las
cosas no hubieran sido sencillas en ese sentido. Siempre tuvimos estas
diferencias, pero las sobrellevábamos de forma conservadora y constructiva. Y
creo que es mejor parar ahora y dedicarse a otras cosas.
- ¿Tuvieron también diferencias personales entre los
tres?
- Sí, por supuesto. Cada uno tiene diferentes
ambiciones e ideas. Por eso pienso que es positivo parar ahora. Cuando trabajás
durante tantos años con la misma gente las diferencias de opiniones son
inevitables. Pero si paramos ahora no es demasiado tarde, y podemos evitar las
fricciones y seguir manteniendo nuestra amistad porque nuestras cabezas están
en otros proyectos y cada uno puede explorar sus propios gustos. Cuando crecés
comercialmente como banda, las fuerzas externas se hacen muy poderosas. Y para
mí lo importante es ser una banda, ser personas, y no dejar que te presionen o
te obliguen a hacer algo que en realidad no querés hacer. Los medios y la
presión comercial pueden llegar a ser muy fuertes.
- La forma en la que yo veo a Emperor es como una
banda con dos miembros de gustos y opiniones muy precisas, e incluso diría
encontradas. Samoth es la faceta extrema y agresiva, y vos el costado cerebral
y técnico. Trym está perdido en el medio, de alguna forma...
- Hasta cierto punto tenés razón, aunque
te puedo asegurar que yo también tengo algo de ese costado agresivo y extremo
dentro de mí... Aunque tal vez mi costado agresivo es un tanto más... más...
- ¿...experimental?
- Sí.
- Justamente así es cómo yo te imagino: siempre
preocupado por experimentar con distintos sonidos y estilos, como en el caso de
Peccatum, por ejemplo. Ahí te veo realmente feliz y en tu salsa, mientras que
en los últimos discos de Emperor noté un cierto desgano de tu parte en lo que
al black metal o la extremidad se refiere. Sobre todo en este último álbum, en
el que las partes black parecieran estar ahí no porque vos sentiste que tenían
que estar, sino porque no tuviste otra opción... Es como si en el fondo lo tuyo
es la música en todas sus dimensiones, y sin embargo estás atrapado dentro de
un proyecto que, para poder hacerle honor a su pasado, indefectiblemente debe
incluir elementos del black metal...
- Hhmmm... No necesariamente. Pongámoslo de esta
forma: si yo hiciera un álbum solista, definitivamente sería algo distinto.
Pero cuando tengo a Emperor en mi cabeza compongo con otros parámetros. Por
ejemplo, este último disco lo compuse todo yo, pero mientras lo componía
pensaba en los gustos de Samoth y Trym, y en lo que a ellos les gustaría
escuchar. Pero no sentía la presión de hacerlo, sino que era algo que hacía
porque me gustaba. Por eso no considero a este trabajo como un álbum solista. Y
no soy muy fácil de dominar, así que sería muy difícil para mí que alguien me
llene la cabeza para que haga algo que no quiero hacer... Pero es cierto que en
Emperor trabajo de forma diferente en comparación al resto de mis bandas. Tener
una banda es colaborar entre varios individuos y obtener algo constructivo de
esa colaboración. Y puede que en el futuro haga algo en la vena extrema de
Emperor...
- Pero en mi opinión este nuevo álbum tiene tu sonido
de principio a fin. Podés escuchar la “marca registrada” de Ihsahn en todos los
temas, y de hecho encontré muchas similitudes con tu trabajo en “Amor Fati”, de
Peccatum...
- Sí y no. La gente suele tener la impresión de que yo
también soy el responsable de todas las composiciones de Peccatum, cuando en
realidad la compositora principal es Ihriel [esposa de Ihsahn y creadora de
Peccatum]. El rol que yo desempeño en Emperor ella lo desempeña en
Peccatum. Mi contribución musical no es tan notoria como en el caso de Emperor.
Mi estilo de guitarra en Peccatum es diferente, y creo que en ese sentido
evolucioné bastante. Mi forma de cantar también es distinta. Este tipo de cosas
me ayudan a crecer como guitarrista, y eso me gusta porque yo considero a la
guitarra como mi instrumento principal. Pero entiendo lo que querés decir, y
puede que parte de lo que llamás “el sonido Ihsahn” sea una consecuencia
directa de que yo haya producido a ambas bandas y las haya grabado en el
estudio de mi casa... Pero cada cosa es diferente para mí, y si me pusiera a
trabajar en un álbum solista te repito que sería algo completamente
diferente...
- Bueno, como fue el caso con Thou Shalt Suffer...
- Sí... O algo aparte...
- O sea que debés tener un montón de ideas dándote
vueltas en la cabeza, ¿no?
- No necesariamente. Mi próximo objetivo es por
supuesto el tercer álbum de Peccatum. Ihriel y yo ya estamos trabajando en eso
en estos momentos. Pero en lo que al futuro respecta no tengo ni la menor
idea... Y me gusta que sea así. Prefiero mantener la sensación de enfrentar lo
desconocido. Me gusta lo impredecible, lo nuevo... Ahora que Emperor se terminó
me siento personalmente “liberado” como músico...
- ¿Sentías que cargabas con un peso sobre tus hombros?
- Bueno... Emperor definitivamente ocupaba casi todo
mi tiempo... aunque se trataba de una forma constructiva de ocupar mi tiempo,
por supuesto. Pero el hacer eso por diez años te cansa, y ahora prefiero
dedicar mi tiempo a Peccatum, algún trabajo solista, o tal vez una colaboración
entre diferentes músicos.
- Antes mencionabas lo importante que para vos es la
guitarra como instrumento, y honestamente debo decir que tu evolución en ese
sentido fue sorprendente. Hoy en día tenés tu propio sonido, tu propio estilo,
y eso es algo que no muchos guitarristas, sobre todo en este género, pueden
alcanzar...
- Gracias. También me interesó concentrarme en los
arreglos, y creo que en ese sentido podés percibir otra evolución. No me
considero bueno para los solos, por ejemplo, pero sí creo que puedo obtener
resultados interesantes con los arreglos que compongo, y en este álbum quede
muy feliz en ese sentido. Suelo componer las bases y meter los teclados y las
guitarras en mi estudio sobre esas bases. Pero me pongo a arreglar la
estructura de las canciones desde el principio. Tengo todo en mi mente, y eso
pienso que tuvo mucho que ver en el resultado del álbum.
- Entiendo que Trym y Samoth estaban ocupados con
Zyklon cuando vos empezaste a componer el disco. Igualmente, ¿no hubo problemas
entre ustedes debido a esto? ¿No se sintieron como dejados de lado por vos?
- No, yo siempre los invitaba a colaborar. Incluso
desde el principio. Les daba Cd´s con demos de los temas, como para que se
vayan familiarizando. Y la idea original no era que yo tenía que componer
absolutamente todo, sino que esto fue algo que se dio de forma natural.
Simplemente, una vez que las canciones estaban terminadas dio la casualidad de
que yo las había escrito a todas...
- O sea que ellos te dijeron algo así como “no, no
tenemos nada interesante para agregar, así que hacéte cargo vos”...
- Sí, más o menos fue así. La diferencia
principal entre este disco y los anteriores es que nunca ensayamos los temas
juntos.
- ¿Cuál es tu tema favorito del disco?
- Estoy muy satisfecho con todos, honestamente. Es
difícil elegir a uno, pero diría que “The Prophet” y “The Tongue Of Fire” son
mis favoritos personales...
- El mío es “Thorns On My Grave”, que probablemente va
a ser recordado como “el último tema de Emperor” por el simple hecho de que es
el último track del disco...
- Probablemente.
- También me
encantó “In The Wordless Chamber”... Tiene una atmósfera muy cinemática...
- Sí, pero es una de las canciones más “retro” del
álbum, y por ende una de las menos ambiciosas... al menos para mí. Lo que me
gusta de ese tema es el contraste entre la sensación de enormidad y
grandilocuencia de la música y la claustrofobia que transmite la letra.
- “The Eruption” es una de las más interesantes,
técnicamente hablando. Tiene montones de cambios de ritmo...
- Sí. Me interesa combinar elementos musicales
totalmente distintos, cosas que provengan de géneros diferentes entre sí, pero
al mismo tiempo manteniendo un “fluir” continuo en los temas. Ese es uno de mis
objetivos principales a la hora de componer. Me gustan las variaciones rítmicas
y de intensidad, y afortunadamente puedo experimentar con este tipo de cosas en
mi propio estudio, lo cual significa que si algo no me gusta tengo todo el
tiempo del mundo para cambiarlo y probar con nuevas cosas...
- ¿Qué tipo de música solés escuchar en tu casa?
- Hhmm..... Dejáme pensar...
- ...porque no te imagino escuchando nada que esté
relacionado con el black metal...
- Suponés bien. Casi nunca escucho metal. Ya desde
hace rato que no suelo escuchar ese tipo de cosas. Ocasionalmente puede que me
ponga a escuchar algún clásico, como “Blood Fire Death” de Bathory, por
ejemplo. Y sino escucho cosas contemporáneas, cosas clásicas, rock, y otro tipo
de estilos. Todo depende. Como músico trato de recibir inspiración de toda
clase de géneros.
- ¿Qué te pareció el último de Ulver?
- Que es genial.
- ¿No es increíble lo bien parados que siempre quedan?
Hace cinco años estaban metidos de lleno en el black metal, y hoy en algo
completamente diferente, pero los resultados que obtuvieron en ambos casos son
excelentes. Casi resulta mentira que estemos hablando de la misma banda...
- Bueno, ellos siempre se caracterizaron
por eso. A mí me gustan todos sus discos, y ayer justo hablé con Garm [líder
de Ulver] y me dijo que acababan de terminar un nuevo Ep. Mi favorito de los tres primeros es “Kveldssanger”.
Y el de William Blake también me encantó...
- Vos de hecho participaste en ese disco, ¿no?
- Sí... En realidad mucha participación no tuve,
porque Garm me llamó y me preguntó si quería grabar algunas voces, me mandó un
texto con la parte del poema que debería cantar, y grabé esa parte en el
estudio. Eso fue todo. No tuve mucha “participación” en el proceso creativo.
Sólo grabé unas pocas líneas.
- Con respecto a los comienzos de Emperor, ¿cuál es tu
opinión actual sobre "In The Nightside Eclipse"?
- Pienso que al momento de ser grabado fue bastante
revolucionario, de alguna forma... o mejor dicho cuando fue editado, porque,
como sabrás, al disco lo grabamos en el ´93 pero se editó recién a comienzos
del ´95. Creo que había un par de buenos temas en ese álbum, sobre todo
teniendo en cuenta la época... y nuestra edad.
- ¿Cuántos años tenías?
- 17.
- ¡Qué increíble! Para mí es uno de los mejores
discos de la historia del black metal...
- Gracias. Pienso que “In The Nightside Eclipse”
es el álbum en el cual encontramos nuestro sonido. El demo "Wrath Of
The Tyrant" tenía un sonido bastante crudo y rudimentario, y el Ep "Emperor"
estaba a mitad de camino entre el demo e "In The Nightside
Eclipse", en dónde ya trabajábamos mucho más con los teclados y los
arreglos. Esos ingredientes ya estaban mucho más establecidos para cuando
pudimos grabar el debut, pero su importancia no era tan grande en los primeros
demos. "Anthems To The Welkin At Dusk" es un tanto similar a “In
The Nightside Eclipse”, pero para mí representa el gran paso adelante en
nuestras carreras, si bien no es tan complejo como "IX
Equilibrium". Recién para éste último decidimos comenzar a hacer las
cosas de forma diferente... Pero todos los discos tienen canciones de las
cuales estoy muy orgulloso. Sobre todo considerando nuestra edad y nuestra
experiencia hasta ese momento. Tenés que contemplar a cada disco desde esa
perspectiva.
- ¿Cuántos años tenías cuándo empezaste a tocar
en Emperor?
- Creo que tenía 13 cuando formé mi primera banda
junto con Samoth, allá por el ´89. Pero ambos empezamos Emperor poco tiempo
después... cuando yo tenía 15...
- ¿Y qué ves hoy en día cuándo mirás hacia atrás?
¿Cómo les afectó toda la polémica y el revuelo de la "black metal
mafia", los asesinatos, y todas esas cosas que ya conocemos de sobra?
- Supongo que todo eso fue una suerte de rebelión
típica de adolescentes... que se pasó un poco de rosca. Cuando tenés entre 15 y
25 años atravesás una etapa de cambios. Todas las personas atraviesan esa
etapa, y es la que delinea tu personalidad. La nuestra fue un tanto extrema.
Uno siempre quiere hacer las cosas de forma diferente, o al menos distinguirse
por sobre el resto, y esto es positivo si te ponés a analizarlo. Es algo
normal. Pero con el tiempo, es natural que te sientas más seguro de vos mismo.
Empezás a saber quién sos y qué querés en realidad. En mi caso personal, hoy ya
no siento que tenga la misma necesidad
de... de.. ¿cómo decirlo?... "expresar mi lado extremo", ¿entendés?.
Pero supongo que todo forma parte de... de...
- ... ¿de crecer?
- Sí... ¡Aunque me imagino que fue una forma diferente
de crecer a la del resto de la gente! [risas].
- ¿Qué tan importante fue durante aquellos años la
bronca y la disconformidad para con el resto de la sociedad? Te lo pregunto por
la letra del tema "The Loss And Curse Of Reverence", en la que
escribiste: "Vos y este mundo me rompieron el puto corazón"...
- Pienso que esa letra refleja un poco la injusticia
que uno experimenta... sobre todo al crecer. Quizás en Argentina las cosas sean
diferentes, pero en Noruega puede llegar a ser muy duro el destacarte y tratar
de ser alguien, el tratar de diferenciarse del resto y no seguir la corriente.
Vivimos en un mundo muy cruel, lleno de sufrimiento, y la vida para aquellas
personas que no tratan de seguir a la manada puede ser muy dura. Podés sentirte
muy frustrado, y de hecho yo todavía me siento muy frustrado en muchos
aspectos. Por ejemplo, no puedo creer lo egoísta y malvada que la gente puede
llegar a ser para con el prójimo. Sin embargo, supongo que ya no soy tan
vulnerable como antes. Desarrollás una especie de escudo que te permite
defenderte y endurecerte... Pero todo es parte de la vida, de crecer y de
tratar de ser alguien. En Noruega esto es complicado porque estamos hablando de
un país extremadamente conservador.
- Volviendo a “Anthems To The Welkin At Dusk”, el riff
inicial de la canción "Ye Entrancemperium" fue compuesto por
Euronymus [guitarrista original de Mayhem, quien luego de su asesinato se
convirtió en un icono fundamental dentro del género]. ¿Por qué decidiste
incluirlo?
- Porque era un muy buen riff. Lo sacamos de un tema
que Mayhem nunca llegó a grabar, pero que nosotros vimos en un video grabado
durante un ensayo. Fue una especie de pequeño tributo hacia Euronymus. Hablamos
con Hellhammer [actual baterista de Mayhem] luego de su muerte, le
preguntamos si nos dejaba usar el riff, y él no tuvo problema.
- ¿Te dolió mucho la muerte de Euronymus?
- Bueno, cualquier muerte es dolorosa, pero
sinceramente no es algo en lo que piense muy a menudo.
- ¿Y qué pensás del nuevo Mayhem?
- Escuché muy poco del nuevo material, así que no
puedo opinar.
- En “The Acclamation Of Bonds”, también de
“Anthems..”, puede escucharse lo que pareciera ser un homenaje a “For Whom The
Bell Tolls”, de Metallica...
- Sé a lo que te referís, pero no fue algo
premeditado. Simplemente se dio. Estábamos tocando el tema y sentimos que
teníamos que meter esa parte. Supongo que a Metallica le pasó lo mismo. Es como
un cliché que no podés evitar...
- ¿Cuál era el significado del título “IX
Equilibrium”?
- El número “9” es el más alto de la escala arábiga, y
el “equilibrio” es el balance perfecto. El hecho de que hayamos escrito al “9”
en números romanos es como una paradoja intencional. Además, el disco fue
editado en 1999, y lo masterizamos el 9 de enero. ¡Y nos llevó 9 horas!
- No mucho. No es muy fácil llamarlo, como te
imaginarás, pero él de vez en cuando nos llama a nosotros.
- ¿Y pudo escuchar algo de los últimos discos?
- Sí, claro. Él siempre está al tanto de todo. De
hecho, hace como un año pudo salir un par de días bajo custodia, vino a la sala
de ensayo... ¡y nos pusimos a tocar "I Am The Black
Wizards"!
- ¿Solés mantener contacto con otros músicos de la
escena de tu país?
- Ocasionalmente... No tengo mucho tiempo, por lo
general...
- ¿Porque estás ocupado en tu estudio?
- Porque estoy ocupado en todo sentido. No acostumbro
a salir de mi pueblo para visitar gente o tener una vida muy social que
digamos...
- ¿Y qué te pareció el disco de Zyklon?
- Me gustó. Pienso que es un buen disco.
- ¿Todavía te gustan ese tipo de sonidos agresivos y
desenfrenados?
- Sí, de tanto en tanto... Habiendo personalmente
creado esa clase de sonidos por tantos años ya no los encuentro muy
sorprendentes o originales, pero puedo apreciar su encanto. No me transmiten
curiosidad alguna ni son muy ambiciosos, pero los aprecio por lo que son...
- Yo lo veo también así. Vos constantemente tratando
de experimentar, transitando por un camino más maduro y con intenciones que
podríamos llamar ambiciosas. Y, por otra parte, Samoth pareciera ir hacia
atrás...
- Bueno, vos usaste la palabra “maduro”, pero yo le
diría “impredecible”. Me gusta no saber qué voy a hacer después. Claro, ahora
mis planes inmediatos son concentrarme en Peccatum, pero si bien ya hay varias
ideas en ese sentido, musicalmente es imposible determinar cómo va a ser el
resultado. Es como una excitación infantil por ver cómo resultan las cosas...
- ¿Pensás que existe un futuro para el tipo de black
metal que ustedes solían practicar cinco años atrás, por ejemplo? Me refiero al
black metal “tradicional”...
- No necesariamente. Para mí eso ya es noticia
vieja... Aunque por supuesto que siempre quedan exponentes interesantes, pero
eso también depende de si encarás las cosas desde el punto de vista comercial o
el personal...
- ¿Cuál banda contemporánea te parece que está
obteniendo resultados más interesantes?
- Mirá, todavía no pude escuchar el nuevo de Thorns,
pero mi experiencia me dice que ese es el tipo de disco que yo al menos
escucharía dentro de lo que podríamos llamar black metal. Igual, no soy la
persona más indicada para responder a tu pregunta porque estoy muy
desactualizado en lo que al género respecta.
- Es evidente que el black metal, por llamar a este
tipo de música de alguna forma, no te permitía experimentar esa sensación de
impredecibilidad que describías antes. En tu opinión, ¿qué fue el black
metal y qué es el black metal?
- El black metal como solíamos conocerlo fue un
vehículo limitado y de ideas concentradas. Hoy existen bandas que pudieron
continuar esa propuesta original exitosamente, y de alguna forma están
expandiendo las fronteras del género y llevándolo más allá... Pero el término
“black metal” en mi opinión es simplemente eso: una forma de categorizar o
definir un estilo de música...
- Con respecto al debut de larga duración de Thou
Shalt Suffer, ¿qué quisiste expresar con el título "Somnium"?
- En un principio, el nombre iba a ser otro. Pero a
medida que pasaron los años, el material cambió y yo también. Re-escribí muchas
cosas, y al final sentí que el nombre "Somnium", que significa
"Sueño", era el que mejor capturaba la esencia del disco. Se me
ocurrió que todos los temas podían ser un sólo tema, una sola atmósfera. Para
mí, el álbum tiene un clima de ensueño. Y no me refiero al sueño nocturno, si
no también a los sueños que uno puede llegar a tener cuando está despierto,
como las ambiciones, los ideales, las esperanzas, los miedos... todo eso. Traté
de incluir una amplia variedad de atmósferas emocionales. El concepto sería el
poder transportar al oyente hacia todas esas atmósferas. Y mi intención también
fue la de tratar de mantener todo lo ajeno a la música lo más lejano posible...
Quería que fuera un trabajo abstracto, que dejara las interpretaciones libradas
a la imaginación de cada oyente...
- ¿Por eso no le pusiste nombres a los temas de
ese disco?
- Exacto.
- ¿Tenés algún plan para un segundo álbum?
- Algunas ideas. Lo que me gusta de Thou Shalt Suffer
es que me permite explorar todo tipo de sonidos. Es un proyecto en el que no me
pongo límites. Puede que el próximo disco no tenga ni punto de comparación con
el primero...
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