Ya es oficial: El metalcore se convirtió en una peste.
Resulta sencillamente apabullante la cantidad de bandas que, sobre todo en
Norteamérica, irrumpen de la nada para embestir con la misma formulita de
siempre: rebeldía adolescente, gritito trillado en las dos primeras estrofas,
voz limpia y pseudo-atormentada/depresiva y/o contemplativa en el estribillo,
incitaciones al mosh en los cortes y cambios de ritmo, riffs espesos que
cruzan todo aquello que vino después de Pantera y Sepultura, un abuso de la
palabra “motherfucker”, y cataratas de agresión sin sustento real que en lugar
de desbordarse sólo consiguen distraernos con sus torpes chorrazos. Traducción:
música pesada para menores de 18. Falta consistencia real. Falta bronca de la
genuina. Faltan conflictos creíbles. Falta todo aquello que no nos haga sentir
que lo que suena hoy ya no va a existir mañana. Lo sorprendente es que un sello
como Nuclear Blast edite a una banda como Bleed The Sky, cuyo sonido está
emparentado al de Mudvayne, Drowning Pool, Chimaira (el productor Ben Schigel
de hecho resulta un punto en común) y toda la movida explotada actualmente por
compañías como Roadrunner y derivados. Century Media tiene a Shadows Fall y
Nuclear Blast pretende, evidentemente, obtener un éxito similar con “Paradigm
In Entropy”, el superficial debut de estos californianos. Cosas más raras
pasaron en la historia de la música, pero dudo que la suerte esté de lado del
sello germano en esta oportunidad. “Paradigm In Entropy” definitivamente
no plantea nuevos paradigmas. De hecho, basta con encender la radio ahora mismo
para escuchar algo que probablemente suene igual a esto.
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