Amo y odio a Rhapsody al mismo tiempo. Los amo porque,
guste o no, los tipos inventaron un nuevo sub-estilo que desconoce rivales. Los
amo porque convierten los excesos en gloria, lo ridículo en divertido, y lo
majestuoso en ultra-archi-requete-recontra-majestuoso. Los amo porque hoy en
día parecen encargados de seguridad de un boliche cumbianchero, pero
ellos se miran al espejo y creen ver guerreros inmortales (¡hay que admirar
semejante auto-estima!). Y los amo porque sencillamente se toman todo este
asunto de los calabozos y dragones en serio.
Pero los odio porque una vez
encontrada la fórmula de su éxito no pararon de explotarla hasta el hartazgo en
lugar de buscar nuevas fórmulas. Los odio porque, por momentos, se
convirtieron en una parodia de ellos mismos. Como ocurre con “Rain Of A
Thousand Flames”, un Mini-Cd de 42 minutos íntegramente compuesto por
material inédito que no aparecerá en futuras entregas. “Queen Of The Dark
Horizons” está estructurada a partir del tema principal del filme “Phenomena”
de Dario Argento, compuesto originalmente por el ex-Goblin Claudio Simonetti. Y
definitivamente los amo por esta elección, porque también amo a Argento y a
Simonetti, y nadie más que Rhapsody podría hacerle tanta justicia a semejante
maravilla. Ahora bien, la canción pareciera ser, en realidad, una suerte de
cover del cover (¿se entiende?) que Daemonia (la nueva
agrupación de Simonetti) realizara para su álbum “Dario Argento Tribute”,
sólo que salpimentado con los usuales excesos de grandilocuencia y alargado
hasta una duración que roza los 14 minutos. Todo parecería indicar que el mismo
Simonetti haya participado como invitado especial para esta nueva variante (lo
que no sería extraño, conociendo el amor que Turilli y Staropoli también
sienten por Argento y los Goblin), pero lo cierto es que el interior del
booklet no indica tal colaboración ni menciona la correspondiente autoría de
Simonetti. En otras palabras, se trata de un terrible afano, porque incluso el
solo de guitarra y la gran mayoría de los arreglos y cortes son idénticos a los
de la versión de Daemonia. Y los odio por eso.
El problema con este álbum,
justamente, es que todo se siente, de alguna forma, como un rejunte de
melodías, estructuras y arreglos ya escuchados antes, incluyendo los diez
minutos de “The Wizard´s Last Rhymes” (compuesta en base a la Sinfonía Número 9
de Dvorák). Del material restante, el tema que bautiza la placa es una
continuación directa (léase “lo mismo de antes”) de las cabalgatas triunfales
presentes en “Dawn Of Victory” de 2000 (“Holy Thunderforce” sería la comparación
lógica), “Deadly Omen” funciona simplemente a modo de introducción del
mencionado “Queen Of The Dark Horizons”, “Elnor´s Magic Valley” es un simpático
pero inofensivo interludio medieval, y el resto, una vez más, no ofrece grandes
novedades en lo absoluto. Rhapsody sorprendió con “Legendary Tales” en 1997 y
terminó de separar las mandíbulas de sus respectivos cráneos con el soberbio “Symphony
Of Enchanted Lands” al año siguiente, pero desde entonces se limita a auto-plagiarse. Y, les
repito, odio eso. Aunque claro, existe un argumento a favor del grupo que
explica tales resultados: todas las obras mencionadas, incluido este “Mini-Cd”,
dan forma a una misma historia que concluirá teóricamente en el próximo trabajo
de larga duración, y por ende resulta comprensible toparse una y otra vez con
los mismos ingredientes, al estilo de un leit-motiv en una banda de
sonido cinematográfica convencional... O les estoy justificando la falta de
ideas sin razón alguna y sufriendo por un problema ridículo e inexistente como un tremendo
idiota...
Y odio quedar como un idiota.
Esteban Medaglia (quien a lo largo de todo el
comentario no utilizó ni una sola vez la palabra “épico”)
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