Cuanto más
descollantes las letras de Martin Walkyier, más falta de sorpresas hay en la música de
Skyclad. “Folkemon” te roba la respiración de entrada con la enérgica
“The Great Brain Robbery”, pero sólo en contadas instancias produce emociones
similares a medida que los minutos siguen su curso. Si de comparaciones
recientes hablamos, ubicaría al décimo trabajo de los ingleses un par de
escalones por encima de “Vintage Whine” (1999), y otro tanto por debajo de “The
Answer Machine?” (1997) o “Irrational Anthems” (1996). Mientras que estos
últimos ofrecían más de un ejemplo memorable, “Folkemon” distribuye sus
virtudes a lo largo de diferentes momentos aislados. El riff inicial de “Think
Back And Lie Of England” promete la euforia pero termina conformándose con el
entretenimiento. “Crux Of The Message” y “The Disenchanted Forest” contienen
pasajes de una belleza casi atmosférica, aunque entrelazados en una estructura
de heavy metal por completo ortodoxa. Los estribillos de “The Antibody Politic”
y “When God Logs-Off” compiten por el primer puesto en materia de gloria
inmediata, perdiendo en el último segundo con la melancolía desbordada de “You
Lost My Memory”, acaso la verdadera destacada. De cierta forma, se percibe una
garra adrenalínica que transforma a la placa en una de las más pesadas del
grupo, sacrificando en el camino gran parte de las cuotas emotivas de antaño en
favor de un sonido más directo y certero. Sobra fuerza y bronca para tirar para
el techo, al fin y al cabo, en oposición a la idea de un festín folk
confusamente presagiado por el mismísimo título. Y mientras tanto, el verdadero
álbum definitivo de Skyclad sigue haciéndose desear...
Monday, October 31, 2011
Friday, October 28, 2011
FLEURETY “Department Of Apocalyptic Affairs” (Supernal Music, 2000)
“Department Of
Apocalyptic Affairs” desafía calificaciones. Resulta increíble que la movida "blackmetalera" nórdica
de unos pocos años atrás se haya deformado en esta bizarra yuxtaposición de
estructuras y estilos, tan fascinante en sus posibilidades como desconcertante
para los oídos no pervertidos. Y la sorpresa se acentúa considerablemente si
recordamos que “Min Tid Skal Komme”, el anterior álbum de estos
noruegos, se adentraba musical y literariamente en territorios por completo
diferentes. Ni lo más reciente de Ulver consigue, por momentos, equiparar el
grado de lunatismo compositivo que Alexander Nordgaren (guitarras) y Svein Egil
Hatlevik (sintetizadores, batería y voces), únicos miembros originales y
estables, implementan sin resquemores. Fragancias electrónicas se aparean con
riffs de black metal excitados por coloridas contorsiones industriales,
mientras una base de acid-jazz sostiene inusuales melodías de saxofón y
atmósferas que se pasean por los dominios del doom, el tecno (y, en el caso de
“Exterminators”, ¡las bandas de sonido de los video juegos!), y vaya uno a
saber qué otros géneros. Para colmo, siguiendo la sana costumbre noruega,
estamos ante una obra en la que participaron, a modo de invitados especiales,
prácticamente todas las luminarias de la movida. Tal es así que a lo largo de
las canciones nos vamos topando con gente como Hellhammer (Arcturus, Mayhem,
The Kovenant), Carl Michael (Ved Buens Ende, Dodheimsgard), Einar Sjurso
(Beyond Dawn), Garm (Arcturus, Ulver), Knut M. Valle (Ulver), Maniac
(Mayhem), Carl August Tideman (Arcturus,
Tritonus), y Vilde (Magenta), entre muchos otros. Incluso la presentación
gráfica del álbum pone de manifiesto el grado de originalidad del dúo, al
presentar un booklet principal cuyas 4 carillas (todas ellas con diferentes
ilustraciones) pueden oficiar de tapas. Dicho booklet encierra, al mismo
tiempo, una suerte de contenedor estilo “carpeta” (llamada
“reportes”) que a su vez contiene 8 hojas individuales (una por cada letra de
las canciones) y dos fotografías tipo “polaroid” en las que se pueden apreciar
a los miembros de la banda sentados en un inodoro mientras leen una revista
pornográfica. “Vanguardistas” o no, lo cierto es que el resultado es sumamente
interesante, si bien el evidente (y respetable) afán de “sonar distintos” en
algunas instancias lo obliga a uno a rascarse la cabeza, provocando más
confusión que satisfacciones.
DRAWN "A New World?" (Prophecy Productions, 1999)
Muchos ubicaron a "Strange In Stereo", el tercer larga duración de los
noruegos In The Woods..., algunos escalones por debajo del antológico "Omnio". Personalmente, no
tuve que sobrellevar tal decepción, y de hecho considero al citado álbum como
uno de los mejores trabajos editados en 1999. Pero si tu caso no es el mismo,
acá tenés la mejor solución. "A New
World?", el debut de los también noruegos Drawn, transpira, a lo largo
y ancho de su duración, todos y cada uno de aquellos maravillosos ingredientes
que hicieron de "Omnio"
una placa para el recuerdo eterno. Si los 15 minutos de "299.796
km./s" nunca se te hicieron largos, retorcéte de placer con los 10
de "Rivawella Form". Si "I Am Your Flesh" hizo que tu
corazón implosione de tristeza, andá preparando el pañuelo antes de
experimentar "Would Have Had". Porque si bien se podría alegar a modo
de reproche las evidentes similitudes entre ambas agrupaciones y sus
correspondientes temas, hay que reconocer que la vorágine orgásmica que
proporciona esta descomunal obra está más allá de cualquier tipo de objeción. Y
es más, hasta el mismo Jan Transit (cantante de ITW...) nos deleita con sus
pasionales entonaciones en carácter de invitado de lujo. El resultado es un
escalofrío constante que te recorre el alma como un torbellino que desconoce el
significado de la piedad a la hora de proporcionar descargas de una belleza
que, creéme, pocas veces vás a tener la suerte de confrontar. Ya veremos a lo largo
de este año cuál de los dos contrincantes se lleva las palmas, pero por ahora, "A New World?" es el mejor
álbum de In The Woods... no grabado por In The Woods...
Thursday, October 27, 2011
CHILDREN OF BODOM “Follow The Reaper” (Nuclear Blast, 2000)
(Primer
bostezo) Temo que Children Of Bodom me aburre olímpicamente. (Segundo bostezo)
Si quisiera escuchar una combinación de Stratovarius e In Flames, escucharía “Visions”
y “The Jester Race” seguidos. (Tercer bostezo) Pero no al mismo
tiempo. (Cuarto bostezo) Aunque puede que ustedes opinen lo contrario. En ese
caso, es muy probable que los fans de Stratovarius huyan despavoridos gracias a
la faringitis aguda de Alexi Laiho, y los de In Flames vomiten de asco entre
tanto duelo de teclados y guitarra. (Primer cabeceo) Resulta increíblemente
injusto que propuestas de estas características atraigan por igual la atención
del público y la prensa, reciban un apoyo publicitario considerable, y se
beneficien de una calidad sonora sin concesiones. Conozco decenas de bandas realmente
merecedoras de semejante tratamiento. (Segundo Cabeceo y quinto bostezo) Aunque
es perfectamente comprensible. Lección número 1 del Manual Para Dueños De
Sellos Discográficos: Dale al público lo que el público quiere escuchar. ¿Y qué
quiere escuchar el público? Aparentemente, la misma fórmula harto-probada de
siempre, con algún que otro ingrediente cambiado de lugar o brindado en
cantidades alteradas. (Tercer cabeceo) Con “Follow The Reaper”, la
receta termina por empalagar. (Último bostezo antes de sucumbir) ¿Originales?
¿Inventivos? ¿Demoledores? Debo estar perdiéndome algo.
Esteban
Medaglia (quedándose dormido).
Wednesday, October 26, 2011
Goblin Vinyl Jewels
(Este tópico lo inicié varios días atrás en inglés, básicamente por una razón bien sencilla: atraer una mayor cantidad de lectores y "expandir" el alcance del blog. Para aquellos que frecuentan este sitio y no hablan inglés, bien valga una breve presentación del tema:)
Una de las razones por las cuales decidí "volver" al fomato analógico al que los audiofilos nos referimos sencilla y cariñosamente como "vinilo" es debido al amor incondicional que le tengo a las bandas de sonido de películas "de culto". Me refiero, concretamente, a los trabajos de compositores italianos tales como Bruno Nicolai, Riz Ortolani, Stelvio Cipriani, Piero Piccioni, Goblin, Fabio Frizzi, Luis Bacalov, Piero Umiliani y, sobre todo, Ennio Morricone, una verdadera "leyenda viva" dentro del rubro que sigue componiendo maravillas con más de 80 pirulos en su curriculum. Lo suyo, pura y sencillamente, es incomparable.
Recientemente me puse a escarbar en recovecos de los más inusuales, y, arqueología cinéfila de por medio, encontré unas cuantas joyitas de lo más raras dentro del género. Todas en vinilo. Casi todas versiones originales, algunas con ya 40 años (!) o más a cuestas. Unas pocas de estas ediciones incluso estaban todavía selladas, 100% nuevas. Increíble pero real. Pero lo más increíble es que las conseguí por precios irrisorios (la más cara me costó 10 dólares), mientras que en Amazon ninguna baja de los 70 verdes y algunas demandan cifras de 3 dígitos.
A modo de homenaje hacia estos grandes compositores, hoy en muchos casos olvidados, y como para documentar lo divertido del asunto, se me ocurrió iniciar este tópico. La idea es expandirlo a medida que los descubrimientos se incrementen y la colección crezca.
Abajo van a encontrar varias maravillas de Morricone. Sigo ahora con tres clásicos soundtracks de Goblin...
"Dawn Of The Dead", original US release
"Suspiria" Dagored Italian re-release
"Deep Red" Dagored Italian re-release
Back cover of Dagored's "Deep Red" re-release
GREEN CARNATION “Light Of Day, Day Of Darkness” (Prophecy Productions, 2002)
Pocas veces escuché imágenes tan hermosas. Porque “Light
Of Day, Day Of Darkness” no es un álbum ordinario, sino una suerte de filme
sonoro que despliega sucesiones de paisajes y sentimientos más vinculados a lo
cinemático que a lo netamente auditivo. Y la intención es clara incluso en el
formato elegido para presentar la obra: un único track de sesenta
minutos, sin sub-divisiones ni atajos para acceder con mayor facilidad a algún
momento determinado de la placa. Se trata de un todo indisoluble con sus
correspondientes “principio, nudo y desenlace”, un fluir progresivo y sumamente
natural de melodías que poco a poco adquieren peso y significado dentro de la
historia, como personajes cuya importancia en el argumento nos es revelada a
medida que la trama avanza y los hilos van siendo atados. Y sólo al final, una
hora más tarde, somos testigos atónitos de la memorable criatura que acaba de
cobrar forma ante nuestras narices sin que siquiera nos hayamos percatado de su
gestación. Imposible utilizar el botón de fast forward, a no ser que la
idea sea no tener idea.
“Light Of Day, Day Of Darkness” (“Luz Del
Día, Día De La Oscuridad”) requiere de todo un ritual previo para ser
disfrutado correctamente: luces apagadas, sillón cómodo, control remoto fuera
de alcance, corazón abierto... y el coraje para ingresar a un territorio
inhóspito: aquel ubicado dentro del alma; tan cerca que raramente lo
visitamos...
El grupo es responsabilidad del noruego Tchort,
ex-bajista de Emperor (luego de la partida de Mortiis) que aquí se desempeña
como guitarrista y actualmente también divide su agenda entre Blood Red Throne
y Carpathian Forest. Lo acompañan numerosos músicos invitados e integrantes que
podríamos considerar como fijos, si bien la formación actual difiere de aquella
que grabara el magnífico debut, “Journey Through The End Of The Night”.
Los hermanos Christian y Christopher Botteri (de los tristemente disueltos In
The Woods...) ya no son de la partida, y justamente allí reside la mayor
diferencia entre este trabajo y su predecesor. “Light Of Day, Day Of
Darkness” fue compuesto e ideado pura y exclusivamente por Tchort, y las
reminiscencias a In The Woods..., tan protagónicas en el álbum debut, hoy le
ceden el paso a un sonido más ambiental y etéreo, casi-psicodélico por
momentos. La cornucopia resultante posee tanto de Pink Floyd y Candlemass como
de insólita originalidad, una conjugación única que suena fresca y gratificante
en todo momento. Los también ex-In The Woods... Jan Transit (aquí “Jan Kenneth
T.”) y Synne Soprana vuelven a participar como invitados, el primero cantando
las estrofas iniciales -más un breve pasaje hacia el nudo de la obra- y la
segunda el interludio. La tan publicitada (y explotada) participación previa de
Vibeke Stene (de Tristania), en cambio, no se repite, aparentemente por
problemas contractuales. Y a diferencia de “Journey Through The End
Of The Night”, en donde Transit alternaba voces con Geir Sollied, este
segundo ofrecimiento cuenta con un cantante llamado Kjetil Nordhus como
principal vocalista. Su registro, en ocasiones intencionalmente “sintetizado”,
sorprende de forma negativa durante las primeras escuchas, pero poco a poco
descubre su particular encanto hasta convencernos por completo de su aptitud
para el puesto. Un coro de niños, un coro estándar, sitar, Hammond B3,
esporádicas voces gritadas a cargo de Roger Rasmussen, cuerdas, y otros
instrumentos clásicos completan la diversa y exquisita gama sonora de la obra.
Panorámica en su abanico de colores y épica en su
excelsitud, la cohesión que “Light Of Day, Day Of Darkness”
produce entre sí y el oyente es admirable. Pink Floyd viene a la mente de
inmediato, pero el esplendor comienza a ramificarse por recovecos inenarrables
mientras los balbuceos alegres de un niño (¿el hijo de Tchort?) y la
inconfundible pasión de la garganta de Transit se conjugan hasta que la obra propiamente dicha da
comienzo (00:00 a 03:40). Las guitarras de Tchorth y Bjorn H. irrumpen en un
estallido de gloria hasta alcanzar el climax (el primero de los
numerosos a lo largo del transcurso de la historia) en un apoteótico frenesí
(5:22 a 5:48), acaso el único resabio del black metal como género y de In The
Woods... como banda presente en la placa. La excelente calidad de la producción
permite diferenciar cada instrumento con suma nitidez a medida que las texturas
se entrelazan y la complejidad hace su aparición. Green Carnation excita los
sentidos como pocas bandas en la actualidad, los acaricia y rasguña al unísono,
desafiándolos y reconfortándolos, como el bellísimo cambio de ritmo y corte de
teclados tras la segunda pronunciación del título del álbum (15:25 a 16:20),
uno de mis momentos favoritos dentro de sesenta minutos de momentos favoritos.
La ambición es un arma de doble filo, y “Light Of
Day, Day Of Darkness” ciertamente es una obra ambiciosa. Pero todo en ella
resulta un éxito. Desde el primer albor del día hasta la caída de las sombras.
Aunque aquí tales diferencias no se aplican. Porque, en ambos casos, el fulgor
es infinito.
Tuesday, October 25, 2011
GREEN CARNATION “Journey To The End Of The Night” (Prophecy, 2000)
La triste
noticia de la separación de In The Woods... no podía salirse con la suya. Una
injusticia más en un mundo que se alimenta de las injusticias no hace
diferencia alguna, pero acaso los milagros realmente existan. Si obras como “Journey
To The End Of The Night” consiguen ser engendradas, y sus soñadas melodías
esparcidas entre los mortales, entonces puede que una fuerza superior,
inmensamente generosa, nos observe desde un panteón tan improbable como mágico.
Aunque ni el mayor de los deseos pudo siquiera atreverse a presagiar la
divinidad de los resultados expuestos en este debut. Green Carnation
representa, de alguna forma, la continuación ideal de In The Woods... Tanto los
hermanos Chris y Christopher Botteri (guitarras y bajo, respectivamente) y
Synne Soprana (voz), todos ellos ex In The Woods..., forman parte de una
alineación que completan el guitarrista Tchort (ex Emperor), Alf Tore Rasmussen
en batería, Vibeke Stene (Tristania) en voz, y Leif en violines, mientras que
Geir Sollied, Atle Dorum y Linn Solaas también se reparten voces en diferentes
temas. Incluso el mismísimo Jan Transit (cantante de In The Woods...) aparece a
modo de invitado, eclipsando con su tono etéreo la ya de por sí surreal
atmósfera de una placa para la antología. La psicodelia emotivamente delirante
de "Omnio" y la densas capas oníricas de "Strange In
Stereo" se entrelazan en una orgía para los sentidos que comprende un
viaje aún más revelador que aquel que el título sugiere. Imposible encontrar
los adjetivos exactos. Se trata de un resplandor dentro de una tormenta cuya
vorágine es un calidoscopio de escalofríos y sensaciones impensadas. Los 17
minutos de “Under Eternal Stars”, majestad suprema en un reino de cristalina
lujuria, inspira panoramas que sólo los aventureros dispuestos a subirse al
lomo de una melodía sin fin sabrán disfrutar. Y el resto de las piezas, las
excepcionales, exuberantes y radiantes piezas, invitan a nuestros oídos a hazañas
semejantes. Imposible, por lo tanto, resistirse. In The Woods… puede haberse
separado, pero gracias a Green Carnation, su legado continúa más vivo que
nunca. Repito: sólo una fuerza angelical puede ser culpada por este milagro.
Nuestras súplicas fueron planteadas a los cielos... Y los cielos escucharon.
Monday, October 24, 2011
More Rare Soundtrack Vinyl Finds...
"Exorcist II: The Heretic" original Warner Bros. US pressing.
"Guns For San Sebastian" original MGM US pressing. This one was still sealed!
"sounds great in STEREO"!
"The Sicilian Clan" original US US pressing.
One of my all-time favorites: "The Big Gundown". Original 1968 US pressing.
Sunday, October 23, 2011
My Cult Soundtracks Vinyl Discoveries
I am an avid soundtrack collector, specially when it comes to obscure, cult and rare Italian 60's and 70's composers such as Bruno Nicolai, Riz Ortolani, Stelvio Cipriani, Piero Piccioni, Goblin, Fabio Frizzi, Luis Bacalov, Piero Umiliani, and many, many others. Ennio Morricone, no longer a "rare" name but a living legend in his own right, is one of my biggest and frequent obsessions. One can simply never have enough Morricone. More "mainstream" composers such as John Williams, John Barry, Basil Poledouris, Danny Elfman and Jerry Goldsmith also figure prominently in my collection.
One of the main reasons why I got back into vinyl was precisely because I thought it'd be fun to hunt-down some of these recordings and find the original pressings. Little did I know that I would soon start finding them for incredibly low prices and in the most unexpected of places. Some of them in mint condition, some irreparably damaged and/or badly scratched, some even still unopened! The pile is now getting bigger, and the load on my Ikea shelf heavier by the week. Yesterday was a particularly rewarding day. I found lots of Morricone original pressings (some of them Italian) at my local Specs, and grabbed all of them without hesitation. I thought it'd be fun to document my "adventures" here, with some visual evidence. Let's start with some Ennio jewels. I'll be adding more images as the collection grows...
"A Fistful Of Dollars", original 1967 RCA pressing.
Both "A Fistful Of Dollars" + "For A Few Dollars More". US RCA 1976 re-release.
"Une Pistola Per Ringo" + "Il Ritorno Di Ringo", original Italian pressing. Year unknown.
"My Name Is Nobody", 1979 Cereberus Records pressing.
"Quemada", 1970 United Artists US release
"La Storia Vera Della Signora Dalle Camelie", Italian pressing. Year unknown.
"Revolver", 2000 Dagored Italian re-release.
Thursday, October 20, 2011
Wednesday, October 19, 2011
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