La semana pasada Apple lanzó al mercado nuevos modelos de iPod's, incluyendo uno con capacidad de 80 gigas. El aparatito (tan de moda hoy en día entre los adolescentes, muchos de ellos en camino garantizado a la sordera prematura) siempre me había parecido atractivo y muy bien diseñado, con una interfaz sumamente intuitiva. Pero el problema, al menos para mí, siempre había sido el tema capacidad. El de 60 gigas, lanzado a la venta el año pasado, me había tentado bastante, pero si uno pretende hacer copias de su colección de CD's utilizando una calidad decente de compresión (AAC a 320kb/s o, mejor aún, directamente no usar nada de compresión y hacer una copia idéntica de los CD's originales en formato WAV), esos 60 gigas se llenarían bastante rápido. Supongo que no soy el único con una colección de más de dos mil discos, así que varios de ustedes se sentirán identificados con el dilema. Mi idea era esperar hasta la inevitable salida de un modelo con al menos 100 gigas, pero el de 80 me terminó de convencer y finalmente tuve que abrir el bolsillo. Y al menos hice bien en esperar, porque este nuevo modelo resultó ser 50 dólares más barato que el de 60.El iPod (negro, por supuesto) llegó ayer, y ya tengo más de 9 gigas transferidos (la mitad de eso son soundtracks que estuve bajando últimamente de los blogs que mencioné un tiempo atrás, y la otra mitad son discos que fui convirtiendo de mi colección).
Si no me leen seguido por acá, ya saben en qué ando...
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