Friday, April 08, 2011

THE GATHERING “Accessories: Rarities & B Sides” (Century Media Records, 2005)


A no engañarse: la razón por la cual este compilado doble de rarezas, demos y “lados B” ve la luz del día es exclusiva y estrictamente contractual: The Gathering, hoy una agrupación independiente, le debía un álbum a su antiguo sello editor, Century Media; y aquí está el resultado. No esperen encontrar, por lo tanto, ninguna rareza post-“How To Measure A Planet?” (1998). Hay que reconocer, no obstante, que ambas partes optaron por desvincularse de sus obligaciones legales de manera admirable, porque si bien “Accessories: Rarities & B Sides” no constituye una obra esencial dentro de la discografía de The Gathering, resulta indudable que todo amante de estos maravillosos holandeses le encontrará considerable valor al emprendimiento, tanto anecdótico como coleccionable. 

Económicamente, la cosa también vale la pena: casi dos horas y media de música al precio de un CD simple. El primero de ellos (“Los Lados B”) incluye todo tipo de reliquias (en su mayoría disponibles previamente y esparcidas a lo largo de diversos Ep’s, ediciones especiales y compilados), desde hermosísimos covers (“When The Sun Hits” de Slowdive, la jazzera e informal “Life’s What You Make It” de Talk Talk, e “In Power We Entrust The Love Advocated” de Dead Can Dance, este último imperdible) a versiones en vivo (en el caso de “Leaves” y “Strange Machines”, con orquesta y arreglos clásicos incluidos), pasando por “Theme From ‘The Cyclist’”, una pieza que la banda compusiera para el cortometraje “The Cyclist”, dirigido por el cineasta belga Jaques Presser, durante la época de “If_Then_Else” (2000). El segundo CD (“Las Rarezas”) contiene demos y versiones preliminares de aquello que luego se convertiría en “Nighttime Birds” (1997) y “How To Measure A Planet?”. En el primero de los casos, resulta fascinante descubrir las diferencias entre el material inicial y aquel que finalmente salió a la venta (la preciosa “Kevin’s Telescope”, por ejemplo, era originalmente un instrumental, y al menos dos otros instrumentales -aquí incluidos- fueron descartados de la versión definitiva del álbum). En el segundo caso, las versiones originales de “My Electricity” y “Probably Built In The Fifties” (donde Anneke suena intencionalmente desprolija) se estructuran en base a arreglos (vocales e instrumentales) tan atípicos como interesantes, que evidentemente terminaron siendo descartados. El mismo grupo incluso se encarga, en un bienvenido gesto, de documentar los detalles y pormenores detrás de cada track en un completísimo e informativo booklet. Obligaciones legales o no, todo este material vale indudablemente la pena. “Accessories: Rarities & B Sides” ejemplifica, entonces, la forma correcta de encarar y ejecutar este tipo de lanzamientos “por compromiso”. Muy recomendado. 

Wednesday, April 06, 2011

THE GATHERING “If_Then_Else” (Century Media, 2000)


“¿Qué rayos te llevó a tomar semejante decisión?” pregunta Anneke van Giersbergen, consternada, en la bellísima “Saturnine”. Porque no caben dudas: entre este The Gathering y el de “Mandyllion” (1995) prácticamente no hay ni punto de comparación. Cuanto menos virtuosa la garganta de la hermosa cantante, más conmovedora. Cuanto más extrañas, experimentales y soñadoras las composiciones del grupo, más desoladoras y complejas a la hora del análisis, pero sin dudas infinitamente apasionantes. Ni heavy metal, doom atmosférico, rock progresivo, ni nada. “If_Then_Else” es el álbum que deja en claro, de una vez y para siempre, que a los sentimientos no se los puede categorizar. Y The Gathering reboza sentimientos. Pasiones. Las mezcla, juega con ellas, las coquetea, seduce y moldea a su total antojo, para finalmente otorgarles vida propia y ponerlas a bailar en un maravilloso estado de pura efervescencia musical. Los instrumentos, empleados cada vez de forma menos convencional, son meras herramientas para lograr arrancarle una lágrima a tu ser. Y créeme que en la mayoría de los casos (“Bad Movie Scene”, “Amity”, “Herbal Movement”), lo hacen. ¿Pero qué mejor que así sea? “How To Measure A Planet?” (1998) fue el punto de partida, la semilla inicial del nuevo rumbo, pero “If_Then_Else” extiende gloriosamente sus hermosas ramas, poniendo en evidencia la amarga dulzura de todos sus frutos. Solo resta que vos te animes a probarlos.

THE GATHERING "Superheat, A Live Album" (Century Media, 2000)


Vengo fantaseando con un álbum en vivo de The Gathering desde el primer momento en el que el maravilloso "Mandyllion" (1995) se cruzó en mi camino, y obviamente las ganas no hicieron más que incrementarse a medida que los años fueron transcurriendo. Problema 1: "Superheat" no sólo no satisface aquellas ganas, si no que te deja todavía con más... muchas más. Problema 2: Evidentemente, la elección del tema de apertura no pudo haber sido peor. "The Big Sleep" es sin lugar a dudas una pieza conmovedora, capaz de hechizarte con su frágil belleza, pero a la hora de abrir un show las cosas son totalmente diferentes. Si la idea era sumergir al público en un clima de relax previo a la descarga del material más pesado, temo confirmar que el resultado no convence. ¿Por qué no abrir en su lugar con algo como "On Most Surfaces", en vez de relegar a ésta a un segundo puesto? Problema 3: La mayor parte del repertorio está compuesto por temas de "How To Measure A Planet?" (1998). Nadie se atrevería a objetar la calidad de los mismos, pero acaso piezas como "Marooned" o "Rescue Me" requieran indefectiblemente del ámbito introspectivo que sólo un trabajo de estudio, y su correspondiente reparo en los detalles más ínfimos, pueden brindar. Para colmo, si las versiones expuestas son un calco exacto de las originales, la gracia es aún menor. Problema 4 (éste es personal): ¡Ninguno de mis temas favoritos está incluido en el disco! ¿Qué pasó con "Kevin´s Telescope", "Travel", "Confusion", "In Motion 1 y 2" o "Great Ocean Road"? Por supuesto, están las obligatorias "Strange Machines" (lamentablemente sin la fuerza ni el brillo que uno hubiera esperado), "Liberty Bell" y "Nighttime Birds", pero francamente no alcanzan. Problema 5: Se pudieron haber tomado la molestia de editar un álbum doble, y de paso agregar algún tema de "Always..." (1992) o "Almost A Dance" (1993), que si bien no contaron originalmente con la presencia de Anneke, constituyen dos obras más que interesantes. Punto A Favor 1: La fabulosa "Sand And Mercury"; 11 minutos de pura gloria luego de tanta penuria. Punto A Favor 2: Las fotos de Anneke en el booklet, claro está... Aunque me gustaba más sin rastas... (¡Igual te queremos!) ¿Conclusión? Si les digo que estoy desilusionado, me quedo corto.

Tuesday, April 05, 2011

DRAGONFORCE “Valley Of The Damned” (Noise Records, 2003)


Otra categórica demostración de la apuballante originalidad que caracteriza actualmente al power metal descartable y su constante esparcimiento: El nombre inicial de esta agrupación inglesa era “Dragonheart”, pero para evitar conflictos legales con el sello discográfico, varias agrupaciones de similar monicker, y la película propiedad de Universal Pictures, el quinteto optó por auto-rebautizarse como “Dragonforce”. Para mayor creatividad, por favor cambiar de género. Pero lo cierto es que este álbum debut amerita mayor interés del que el rutinario marco de poderosos dragones, “valles malditos” y (agregar cualquier otro ingrediente de la fauna y flora powermetalera) pueden llegar a proporcionar. Cero novedad, toda la garra. Hay galope, doble bombo, gritito agudo, duelos de teclados y guitarras, baladita simpática y mucho meeettaaaaalllll que lo pone a uno en modalidad “tráiganme la armadura que hoy me levanté con ánimos de dar batalla”. Y todo funciona a la perfección, irónicamente. De punta a punta, “Valley Of The Damned” se deja disfrutar mientras disfruta destrozando prejuicios y bajas expectativas al unísono. La por momentos enervante garganta de Z.P. Theart constituye el único eslabón débil dentro de una cadena por demás instrumental y compositivamente ultra-rígida. Resta decir que ni Sonata Arctica, Freedom Call, Gamma Ray, ni mucho menos Rhapsody o Blind Guardian enfrentan amenaza alguna, pero agreguen otro nombre a la lista de promesas... total, uno más no hace diferencia. “Invocation Of Apocalyptic Evil” o “Revelations” (¡y dale con la originalidad!) me hicieron mover el pie y alzar los puños sin que siquiera me percate de ello hasta que ya era demasiado tarde, y en lo que a mí respecta, esa es la única prueba necesaria para diferenciar la basura de lo aceptable/entretenido/no-está-mal/mirá-vos-que-lindo dentro de todo aquello relacionado con el power metal. Y Dragonforce pasó la prueba sin problema alguno.