En mi post de abajo mencioné que el show de Leaves' Eyes me había desilusionado muchísimo. Al principio pensé que en una de esas había sido testigo de "una mala noche". Al fin y al cabo, todas las bandas tienen sus altibajos en vivo y, dependiendo de cuán larga una gira pueda llegar a ser, resulta lógico que los efectos del agotamiento físico irrumpan en escena tarde o temprano. Pero varios amigos de Argentina que habían asistido al reciente show del grupo en Buenos Aires confirmaron mis temores: al parecer, entre la Liv Kristine en vivo y la Liv Kristine que tanto disfrutamos en los discos de estudio "...una distancia hay". Al menos en el show de Orlando, su garganta sufrió todo tipo de problemas, desde desafinadas (de las grosas) a quiebres constantes. El aire se la iba de los pulmones, literalmente, e incluso a veces ni los "thank you" entre tema y tema le salían con fuerza. Las notas más altas no las alcanzó ni una única vez, y en un momento pensé que se nos moría arriba del escenario, la pobrecita. Eso sí: en persona es un verdadero amor. Simpatiquísima y muy, muy cordial, paseando en carrito a su hijo León (que ya está gigante) por todas partes y saludando amablemente a todo el mundo...
Lo de Blind Guardian fue otra cosa. Sonaron ultra-sólidos y despacharon un clásico atrás de otro. La gloria: "Nightfall" y "Script For My Requiem". No hubo fisuras de ningún tipo, y se nota que el nuevo batero le renovó la energía al asunto. La buena noticia: en Marzo están en Argentina.
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