Monday, September 26, 2011

HYPOCRISY “Catch 22” (Nuclear Blast, 2002)



“Catch 22” está destinado a causar controversia. “Me rehúso a ser destruido”, afirma a gritos Peter Tägtgren (cantante, guitarrista y líder) en “Destroyed”, y uno podría interpretar su desahogo de bronca como una determinación a impedir el estancamiento creativo, el auto plagio y la repetición de fórmulas anteriormente exitosas. Pero si abrir los horizontes implica componer canciones intencionalmente accesibles, pegadizas, y de consumo rápido, entonces no cuenten con mi voto. Hypocrisy pareciera ser una banda completamente distinta en canciones como “Turn The Page”, “Edge Of Madness” o “Hatred”, todas ellas construidas en base a ritmos y riffs entrecortados,  sucios y de neto corte “moderno”. La garganta de Tägtgren atraviesa una considerable cantidad de filtros, distorsiones, cámaras y efectos similares antes de llegar a destino, y una vez allí  todo aquello que lo caracterizaba anteriormente es dejado de lado en favor de un mayor impacto sonoro, tan despersonalizado como inocuo en estos tiempos de extremidad apta para todo público. Irónicamente, las letras resultan por completo inteligibles como consecuencia, produciendo de esta forma una conexión emotiva más inmediata; pero el precio pagado es demasiado alto. Prefiero escuchar al Hypocrisy oscuramente atmosférico de “The Fourth Dimension” o “Abducted” y no entender una mísera consonante en lugar de descubrir que Tägtgren está enojado con medio mundo, cuando en realidad debería sentirse agradecido por haber generado una fortuna en torno a su grupo y el estudio de grabación que éste le permitió construir y más tarde popularizar. El estallido inicial de “Another Dead End (For Another Dead Man)”, la rabiosa “Don´t Judge Me” y “A Public Puppet” retienen, de alguna forma, aquel violento y rústico encanto de antaño, si bien el virus de la accesibilidad consigue también propagarse entre las texturas de sus descargas. El filo de las guitarras seduce, los teclados adquieren un rol fundamental en varias instancias, y se torna arduo -más de lo que debiera- resistirse al groove que la obra destila. Pero bastan unos escasos segundos luego de finalizado el álbum para concluir que su única virtud reside en la variedad -no calidad- del material. Contrariamente a las conclusiones de muchos, no obstante, “Catch 22” está a varios pasos de distancia del tan debatido “nü metal”, aunque el tramo podría acortarse considerablemente en futuras entregas. Sea como sea, el daño está hecho. 

No comments: