Friday, February 25, 2011

ANTIMATTER - El Peso Del Mundo


(reportaje originalmente publicado en MAELSTROM #11 - Noviembre 2005)



“Sálvame...
estoy en un océano de seres...
me ahogo entre miles de rostros
expresiones desconocidas una y otra vez
trato de gritar pero no puedo exhalar...
un alma ha perdido su fe
me he perdido por demasiado tiempo
¿acaso soy el único aplastado por el peso del mundo?
“The Weight Of The World”

“Antimatter nunca fue exclusivamente mi proyecto personal. Siempre fue mitad mió y mitad de Mick (Moss), al menos musicalmente. Pero la gente fanática de Anathema de alguna forma siempre se empeñó en pensar lo contrario”, se lamenta justificadamente Duncan Patterson. ¿Y quién no cometió el error de interpretar a Antimatter como la prolongación musical, e incluso temáticamente emotiva, de “Alternative 4”, aquel álbum de corte sorpresivamente minimalista e introvertido que Anathema editara en 1998? Patterson, por aquel entonces exclusivamente bajista, compuso gran parte de la obra, y el contraste entre sus melodías y arreglos de porcelana y la trágica opulencia del románticamente apoteótico “Eternity” (editado dos años antes) no pudo haber sido más notorio. “Alternative 4” constituyó una obra distinta, sumamente personal, de esas que no se escuchan todos los días y dejan su marca estampada en oídos y alma para siempre. El destino de Patterson, no obstante, residiría fuera de Anathema y dentro de lo que, al menos inicialmente, parecía ser su proyecto personal y vía de escape musical ideal: Antimatter (¿alguien más encuentra curioso el hecho de que las tres palabras clave de todo el asunto, “Anathema”, “Antimatter” y “Alternative 4” comienzan todas con la misma letra?). Y si bien tanto “Saviour” como “Lights Out”, debut y segundo larga duración de Antimatter, respectivamente, ofrecían composiciones de similar exquisitez y fragilidad, hacer a un lado al pasado siempre pareció una ardua tarea para los seguidores de Patterson. “Me resulta bastante tedioso el tener que seguir hablando de Anathema a esta altura del partido”, confiesa, “sobre todo después de haber editado un disco tan genial como “Lights Out”. En vivo siempre nos pasó lo mismo. Me acuerdo de estar tocando “Lost Control” de “Alternative 4” una noche y de repente al público se le encendieron los ojos y todo el mundo estaba sonriendo. La letra del tema habla de algo bien negro y depresivo que pondría a cualquier persona al borde de un ataque de nervios, ¡pero estos pibes estaban todos chochos de la alegría porque nosotros estábamos tocando una canción de Anathema! Aprecio que haya gente a la cual le gustan tanto mis canciones de esa época, pero me pregunto qué es lo más importante para ellos, ¿las canciones o el nombre de la “marca”? Perdón, quise decir el nombre de la “banda”... De hecho, esta es una de las razones por las cuales decidí que tengo que alejarme de esta banda... y también de toda esta escena”. Y en efecto, sorpresiva e inesperadamente, contra todo pronóstico, Patterson anunció su salida de Antimatter  al mismo tiempo que el tercer disco del grupo, “Planetary Confinement”, salía a la calle. Aquello que parecía ser un alter ego, una extensión misma del pesar de este sensible compositor, forma ahora parte de su pasado. “Podría hablarte al respecto durante horas, darte un montón de razones o excusas, y criticar la forma en la que el público se deja influenciar por los medios como si fueran ovejas”, se defiende Patterson, notoriamente desencantado con su pasado, “pero ya estoy aburrido de todo este tema y en mi cabeza no hay lugar para todo eso. Lo que necesito es empezar de nuevo desde cero, y eso es lo que estoy haciendo ahora, con resultados muy positivos. Exorcicé un montón de demonios a través de Antimatter en los últimos años, y no pienso dejar que vuelvan. Estoy orgulloso de lo que hice con esta banda, y del hecho de que demostramos que se puede sacar un disco sin jugar el jueguito de ningún sello, pero casi siempre se sentía como estar tocando para una audiencia de ovejas sordas. Así que ahora estoy editando el poco material que me quedó pendiente y después de eso voy a hacer otra cosa. Antimatter era la prioridad de mi vida desde que me fui de Anathema, y como consecuencia mi vida personal quedó relegada. Y al final no estaba recibiendo nada positivo a cambio, así que en lugar de seguir perdiendo tiempo decidí que ya era hora de cambiar.” De ahora en más, por lo tanto, las riendas de Antimatter le pertenecen únicamente a Mick Moss, cantante, guitarrista y también compositor, y, contrariamente a la suposición general, un miembro tan fundamental como el mismo Patterson. Por supuesto que la gente siempre vio a Antimatter como el proyecto de Duncan”, aclara Moss, “porque la prensa siempre difundió al grupo de esa forma, desesperados por adjuntar algún tipo de “marca” a nuestro nombre con el fin de atraer más gente y vender más discos. Y naturalmente toda la atención recayó en él, porque recién acababa de alejarse de una banda bastante popular y también acababa de editar un disco muy bien recibido en el que había compuesto la mayor parte del material. Recién al segundo disco la gente empezó a “desAnathemizar” a Antimatter y a darse cuenta de que éramos una nueva banda independiente del pasado de uno de sus miembros. Y recién ahí mi personalidad comenzó por fin a emerger de entre las sombras para asomar su cabeza rapada, a pesar de que siempre había estado en el mismo lugar componiendo y participando, aunque nadie se había molestado en darse cuenta de que en Antimatter habían dos tipos, y no sólo uno. Lo que no me entra en la cabeza es el hecho de que la gente me sigue diciendo “ah, pero yo pensé que Antimatter era la banda de Duncan”, cuando en todos y cada uno de nuestros CD’s mi nombre está escrito claramente en el booklet. Y si me tengo que poner a hilar fino, te puedo afirmar que yo compuse el 55% de “Saviour”, ¿o sea que cómo puede ser que alguien me diga que esta banda es únicamente el proyecto de Duncan?

- Creo que la explicación sería que, para los ojos de muchos, el primer disco de Antimatter representó una suerte de “continuación” de aquello que Duncan había hecho en “Alternative 4”...
- Mick: Eso también se basa en una asunción incorrecta. Por ejemplo, esto la gente no lo sabe, pero “Saviour”, “Angelic” y “Over Your Shoulders” son todas canciones que yo escribí antes de que saliera “Alternative 4”.  La verdad es que tanto Duncan como yo arribamos al mismo lugar, musical y filosóficamente, al mismo tiempo. Yo le hice escuchar mi demo de “Over Your Shoulders” a los cinco minutos de que él me había hecho escuchar los demos de sus canciones para “Alternative 4”. Ninguno había escuchado el trabajo del otro antes, y lo que nos llamó inmediatamente la atención fue que ambos estábamos usando estructuras simples, letras bien sentidas y honestas, y melodías frágiles pero muy fuertes. O sea que lógicamente la gente va a encontrar conexiones entre “Alternative 4” y Antimatter. Es algo inevitable. Pero no es lo único que Antimatter tiene para ofrecer ni tampoco es nuestra raison d’etre exclusiva, porque el 50% de Antimatter, es decir yo, tiene sus propias ideas e intereses. Y si la gente encuentra similitudes entre mi música y la de Duncan... bueno, por supuesto que hay similitudes... y ésa es justamente la razón por la cual Duncan eligió trabajar conmigo en primer lugar.

- ¿Cómo va a seguir la banda a partir de ahora? ¿Vas a reclutar algún miembro nuevo?
- M: No, no van a haber nuevos miembros. Una de las razones por las cuales elegí editar más discos de Antimatter por mi cuenta es porque ya tengo un montón de ideas en mi cabeza, y no quiero que explote. Pero Antimatter es un proyecto que en lo que a mi mundo personal respecta aún no concluye. Y no sería justo abandonarlo ahora, con tantas ideas esperando por salir de mi alma. Y además no sentí que tenía la fuerza como para empezar otro proyecto nuevo. Tal vez si fuera más joven lo haría, pero no ahora. Ya bastante nos costó sacar a Antimatter a flote, así que no voy a abandonar a la nave ahora. Los únicos músicos que van a estar involucrados conmigo en esto de acá en más van a ser invitados o cesionistas, como por ejemplo Danny Cavanagh. La gente ya está hablando pavadas al respecto, porque malinterpretan los comunicados de prensa, pero eso era de esperarse...

- ¿Cómo va a sonar el material de acá en más?
- M: No va a haber grandes cambios. El sonido va a seguir en la misma vena. El disco se va a llamar “Leaving Eden” y espero poder entrar a grabarlo en la primera mitad de 2006.

- Según el booklet de “Planetary Confinement”, la mitad del disco fue grabada por Mick en Inglaterra, y la otra mitad por Duncan en Francia. ¿Por qué decidieron grabarlo de esa forma? ¿Por una necesidad de fuerza mayor, o por una cuestión artística?
- M: Por ambas razones. Siempre compusimos y grabamos nuestras propias canciones, y casi nunca interferimos ni participamos en las canciones del otro, así que realmente no había diferencia en grabar todo por separado. Y la decisión la tomamos también por una cuestión de practicidad, porque vivimos en países diferentes. En realidad cada disco nuestro es casi como una compilación de dos Ep’s independientes pero con mucho en común entre sí.
- Duncan: Y para serte honesto, lo grabamos de esa forma más que nada para sacarnos al disco de encima. Mi corazón honestamente no estaba tan metido en las canciones como antes, tenía la cabeza en otra parte, y para colmo en ese momento yo estaba sufriendo varios problemas de salud que me impidieron supervisar la grabación. O sea que en realidad el disco es básicamente dos sesiones de grabación independientes combinadas en un sólo lugar.

- Tanto “Saviour” como “Lights Out” incluían elementos electrónicos, mientras que “Planetary Confinement” está íntegramente estructurado en base a guitarras acústicas, violín y piano. Es como si el estilo habitual del grupo hubiese alcanzado nuevos niveles de introspección...
- D: Hace rato que veníamos hablando de grabar un disco acústico, y éste pareció ser el momento indicado para hacerlo, sobre todo después de haber editado dos discos semi-electrónicos que en vivo siempre terminábamos presentando de forma exclusivamente acústica. Lo irónico es que queríamos grabarlo de esa forma para poder terminar un disco lo más rápido posible, pero al final nos terminó llevando más tiempo que los anteriores. Con nosotros siempre pasan estas cosas...
- M: En 1996 yo grabé una canción llamada “Too Late” que era mucho más madura que todo lo que había compuesto hasta aquel entonces. Estaba armada en base a una guitarra de 12 cuerdas, voz, bajo, batería, y un acompañamiento acústico. Algo muy simple, pero siempre me acuerdo de lo mucho que me emocionaba esa canción... Así que la usé como “molde” para todo mi material en “Planetary Confinement”, porque quería capturar de nueva esa atmósfera que había logrado diez años atrás. Fue algo intencional. Casi podrías decir que terminé en el mismo lugar en el que había empezado.

- Las melodías simples pero sumamente efectivas son una constante en todos los discos del grupo. ¿Nunca pensaron en agregar algún otro instrumento o complicar un poco las cosas?¿La idea es mantener siempre un sonido frágil y sutil?
- D: Realmente no es algo que sea tan calculado, sino que en la mayoría de los casos nos sale directamente así. En lo personal, mi estilo de componer es muy minimalista. Me interesan más la atmósfera y el sentimiento que la parte técnica e instrumental. Y tampoco quiero sobrecargar las cosas.

-  Mick, en este nuevo disco todas tus canciones están cantadas por primera vez por vos mismo. ¿Fue por alguna razón en particular?
- M: Sí, por dos razones: En primer lugar, decidí que ya era hora de que creciera y me hiciera cargo de mis propias letras y canciones, en lugar de pedirle a alguien más que cante lo que yo escribo. O sea que necesitaba hacer la transición de “compositor” a “compositor e intérprete”. Y en segundo lugar, las únicas personas que pudieron haber hecho un buen trabajo en el estudio cantando mis letras son Michelle (Richfield) y Hayley (Windsor), que ya habían cantado en los discos anteriores, pero ambas viven muy lejos de mí y no quería tener que perder tiempo en solucionar el tema de las distancias. Al final todo funcionó muy bien y me alegro mucho de haber tenido las pelotas para asumir yo mismo las riendas de todo mi material.

- El título “Planetary Confinement” (“Confinamiento Planetario”) es intrigante. Lo cierto es que para poder disfrutar música como la de ustedes se requiere de una mínima afección por la soledad y la reclusión, ¿pero por qué “planetaria”? ¿Querían insinuar que cada persona crea su propio “mundo confinado” y privado?
- D: En realidad el título no amerita tanto análisis. La idea está clara: el estar “confinado a un planeta”, en este caso el nuestro. No hay mensajes ocultos ni crípticos. Me refería al planeta mismo. La idea era transmitir una sensación de claustrofobia, porque todos estamos atados a este planeta nos guste o no.

- Las letras del nuevo disco, como es costumbre, son una vez más hermosas. En “The Weight Of The World” (“El Peso Del Mundo”), Mick canta “¿acaso soy el único aplastado por el peso del mundo?”. Y sin dudas no lo es. Tanto esa letra como la de “Epitaph” transmiten una avalancha maravillosa de melancolía agridulce. ¿Qué las inspiró?
- M: Cosas que nos pasan. Yo suelo escribir sobre aspectos de mi vida, pero para mí nada es 100% blanco o negro. De todas formas, yo suelo explorar exclusivamente mi costado negro, porque realmente nunca encontré ninguna razón para tratar cuestiones más positivas. Sin dudas que en mi personalidad hay tendencias muy anti-sociales, y eso es algo que asumí mucho tiempo atrás. “The Weight Of The World” habla de esto, y lo mismo pasa en “Legions”. Básicamente, tratan sobre cómo mi personalidad está aterrada de salir hacia el mundo exterior y enfrentar lo que está allá afuera.

- “Epitaph” es mi canción favorita de todo el disco. Me encanta la melodía principal del violín. Pareciera ser algo muy personal para vos...
- M: Esa canción la escribí una hora después de la muerte de una persona muy cercana a mí. Fue muy difícil de escribir, pero en su momento me pareció la mejor forma de enfrentar el dolor. Me la pasaba llorando y haciendo a un lado la guitarra, o tirándola al suelo, para después levantarla una vez más y seguir componiendo. Habla básicamente sobre cuando yo era un chico, sobre el aferrarse a las memorias que uno tiene de cuando uno era más joven, cuando las personas que hoy están muertas todavía estaban junto a vos... Las melodías creo que se ajustaron muy bien al tema. Es muy personal, como vos decís. Probablemente la más personal que haya escrito hasta ahora.

- ¿De qué trata “A Portrait Of The Young Man As An Artist”? La frase “lo siento, pero tu intelecto no es tan agudo” llama la atención.
- M: Es acerca de la gente que copia la música de otros y la hace pasar por propia. Gente que roba. Todas las escenas musicales tienen gente como esa, incluida la de Liverpool, que es donde yo vivo y sobre la que se basa la letra.



- “Eternity, part 24” es la última canción del disco y representa una continuación de las tres partes del tema “Eternity” del disco homónimo de Anathema. Duncan, ¿por qué decidiste continuar esa canción en Antimatter? Volviendo a la concepción errónea que la gente suele tener de ustedes como una entidad independiente de Anathema, resulta irónico que el último tema en el que estuviste involucrado en Antimatter sea una continuación de algo que se iniciara justamente en Anathema, ¿no te parece?
- D: Todo eso iba a ir al final de “Alternative 4”, inmediatamente después del tema “Destiny”. Si escuchás a los dos temas juntos vas a ver que encajan perfectamente. Hace ya años que había compuesto al tema y recién ahora puedo meterlo en un disco. Pero realmente no es una canción de Anathema, sino que yo simplemente la escribí justo en aquel entonces. Sentí que quedaba bien en este nuevo disco porque es esencialmente algo acústico, y funciona bien como outro... Fue nada más que eso.

- ¿Cuáles son tus planeas para el futuro, ahora que Antimatter ya no forma parte de tu vida?
- D: Tengo un nuevo disco ya terminado que va a ser editado bajo el nombre de Ion. Entro a grabarlo en octubre y espero tenerlo listo en diciembre. Va a salir por Equilibrium Music. También estoy trabajando con varios músicos irlandeses, como Pete Courtney y John Cronin, a veces tocando y a veces ayudando con la producción.

- Si tuviera que definir el estilo de Antimatter en pocas palabras diría que es “música para gente solitaria”. Todo lo que compusieron sencillamente transmite esa clase de desolación personal que, al menos en mi caso, siempre se sintió cercana. ¿Ustedes sienten lo mismo? ¿Tienen alguna banda que los haga sentir que no están solos?
- M: No sé si tengo alguna banda que me pegue mucho o que me haga sentir vinculado con sus letras. Básicamente, escucho de todo, sobre todo rock, pero ya sabemos que las letras del rock en realidad están basadas en la ficción, priorizando aquello que suene más pegadizo por sobre la realidad, siempre y cuando quede bien en un estribillo... Lo que más me pega son cosas sencillas como los artistas que componen e interpretan todo ellos mismos, gente sencilla que canta sobre su vida usando una guitarra o un piano. Esa es la clase de música que me interesa y con la cual me siento vinculado, porque suele tratar cuestiones reales y humanas.
- D: Roger Waters es mi influencia más grande. Me identifico mucho con él. Creo que soy un nómada y un pionero más que un solitario, pero sin dudas entiendo lo que vos decís, y aprecio mucho que la gente se identifique con lo que hago. Gracias por apreciar nuestra música.






Una Buena Razón Para Irse

- Duncan, sé que te molesta hablar de Anathema, pero hay algo que siempre quise preguntarte. ¿Qué pasó entre vos y Dave Pybus (reemplazo de Patterson en Anathema y más tarde bajista de Cradle Of Filth)? Muchas de las letras de “Lights Out” parecieran estar dirigidas hacia él, y lo que se puede leer entre líneas no es para nada positivo...
- Esto es algo que realmente ya dejé atrás. Me costó, pero ya lo exorcicé. La cuestión es que Pybus siempre había querido formar parte de Anathema e incluso me molestaba todo el tiempo porque quería tratar de crear discordia entre nosotros. Al principio incluso había tratado de reemplazarlo a Danny (Cavanagh) como guitarrista. Lo cierto es que en ese entonces la banda estaba teniendo problemas con Danny, pero él era un miembro original y yo le dije a Pybus que no quería que se uniera al grupo, porque lo suyo no era honesto, Anathema no era algo que realmente le gustara, y además él ni siquiera era un buen guitarrista. No entiendo por qué quería formar parte del grupo si en realidad la música de Anathema nunca le gustó... Pero al poco tiempo los problemas con Danny empeoraron y al final terminamos por echarlo de la banda. Y después de eso la madre de Danny y Vincent (los hermanos Cavanagh) falleció, y ese mismo día los llamé y les dije que yo me iba de la banda. Necesitaba un cambio en mi vida, de todas formas, y las cosas en Anathema no estaban nada bien, así que le puse punto final al asunto ahí mismo, les di mis condolencias y les deseé lo mejor. Inmediatamente después de eso Pybus aprovechó la situación y entró al grupo como bajista y grabó el disco “Judgement”. Le pregunté por qué estaba haciendo eso si ni siquiera le gustaba el grupo, y me dijo que sólo le interesaba ganar un poco de guita y conocer algunas minas. La cuestión es que entró al grupo en un momento en el que los hermanos Cavanagh estaban de luto, y el muy hijo de puta básicamente se aprovechó de esa situación. Sacá tus propias conclusiones al respecto. Después de eso estuvo metido en un montón de cosas raras, se robó equipos míos y del resto del grupo, se robó mercadería como discos y remeras, y al poco tiempo terminó en Cradle Of Filth... después de que en varios reportajes le decía a todo el mundo lo mucho que amaba a Anathema... Pybus es sumamente traicionero. Una basura de persona. Pero ya cerré ese capítulo de mi vida y no quiero pensar nunca más en él.



 

El Arte Del Confinamiento Espiritual

Antimatter, Disco X Disco según Duncan Patterson 

- “Saviour”: “Es un milagro que hayamos podido grabar este disco. Nos estafaron tantos sellos, nos prometían contratos, licencias, y todo lo demás, pero nunca pasaba nada y nadie concretaba el trato. Y cuando finalmente conseguimos un sello que en teoría iba a pagar por la grabación del disco, las cosas no nos fueron mejor. Entramos a grabar todo en un estudio en Inglaterra, pero el ingeniero no tenía idea de cómo usar una consola MIDI. Yo le ofrecí ayudarlo con el tema, pero el tipo era tan orgulloso que no quería admitir su ignorancia en el tema y no me dejaba acercarme a los equipos. Al final, Mick y yo decidimos salirnos de ese estudio antes de que las cosas empeoraran. Me acuerdo de que con Mick terminamos sentados en el banco de un parque que quedaba cerca del estudio. No teníamos un peso. Entre los dos apenas podíamos pagar una botella de vino barato. Estaba lloviendo, y nos habíamos quedado afuera de la casa en la que nos estábamos hospedando porque habíamos perdido la llave. Y nuestra carrera ya parecía que iba en picada, a pesar de que ni siquiera había empezado aún. Con Mick nos dijimos que “las cosas sólo pueden mejorar a partir de ahora”, lo cual nos levantó el ánimo por unos dos minutos, más o menos, y después encontramos otro estudio en el cual seguir la grabación. A los dos días, el tipo del sello no había pagado el depósito que se suponía que tenía que pagar antes de que nosotros entráramos a un estudio. Así que los dueños de este nuevo estudio estaban a punto de rajarnos a la calle. Y al rato me llama uno de los invitados que iba a participar en la grabación para avisarme que ya no tenía ganas de hacerlo... Ni sé si todo fue una serie nefasta de coincidencias, o si simplemente soy un tipo con una suerte horrenda... La cuestión es que ya estábamos a punto de olvidarnos de todo y abandonar al disco y a la grabación. Y tampoco podíamos llevarnos las cintas maestras de lo poco que habíamos grabado, porque el sello seguía sin pagar las cuentas y la gente del estudio estaba en su derecho de quedarse con las grabaciones. Tuvimos que esperar meses hasta que finalmente la gente de The End Records y Prophecy Productions se ofrecieron a salvar nuestros culos y pagaron la deuda más el resto de las grabaciones... Ah, y el disco todavía me sigue gustando, a pesar de todo esto. Al menos, me gustó la última vez que lo escuché.”

- “Lights Out”: “El disco favorito de toda mi carrera. Tiene un montón de temas fuertes y creo que sorprendió a más de uno, sobre todo en la escena del metal, pero eso era de esperarse. Una vez más tuvimos un montón de problemas en el estudio, pero un amigo en común llamado Stefano Soffia se sacrificó un montón para darnos una mano y nos ayudó a terminarlo.”


- “Live @ K13”: “Simplemente una grabación tomada directamente desde la consola de uno de nuestros shows en Francia. Fue una gira sencilla pero linda, aunque hubo demasiada Tequila involucrada en ese asunto, y las noches salvajes que tuvimos terminaron siendo memorables. Me acuerdo de que Mick y yo nos perdimos antes de ese show. No podíamos encontrar el lugar, no teníamos un celular, y tampoco podíamos encontrar un teléfono público. Hicimos el show de milagro.”

No comments: