Tuesday, February 22, 2011

CRADLE OF FILTH “Bitter Suites To Succubi” (Spitfire/ AbraCadaver, 2001)


Dicen que el Diablo está en los detalles, y la música de Cradle Of Filth posee montones de ellos. Tantos, de hecho, que el resultado es una suerte de sinfonía barrocamente cacofónica, un verdadero descenso al Maelstrom instrumental, vocal y visual en el que la extremidad -llámese black metal, death, doom, gótico, o thrash- adquiere formas indescifrables pero fascinantes. Y en “Bitter Suites To Sucubi” pueden apreciarse gran parte de dichas facetas con particular detenimiento, al tratarse de una placa que compila material inédito, un cover, nuevas versiones de dos viejos clásicos, y una secuela de un tercero. La duración total es de aproximadamente 50 minutos, por lo cual resulta inapropiado hablar tanto de un álbum propiamente dicho como de un Ep convencional. Se trata, en realidad, de una obra que marca un "antes y después" en la carrera de los ingleses. 

Tras el considerable éxito acumulado luego de diez años de trayectoria, el grupo finalizó su vínculo con sellos independientes (Cacophonous primero, y Music For Nations a continuación) para enrolarse definitivamente en las filas de un gigante corporativo: Sony Music. “Bitter Suites To Sucubi”, mientras tanto, se edita bajo el nombre de “AbraCadaver”, una subsidiaria de Spitfire Records propiedad de los mismos músicos. ¿Consecuencia? Al igual que dichos entretelones contractuales, la calidad fluctúa constantemente a lo largo y ancho de la placa. Seis piezas conforman el material inédito (incluyendo la rigurosa intro y un interludio, ambos carentes del impacto usual), compuesto e interpretado recientemente por la misma formación que grabó “Midian” (2000). Pero a diferencia de aquel registro, “Bitter Suites To Succubi” ofrece a unos Cradle Of Filth notoriamente consolidados como entidad instrumental en la que todos los componentes tienen oportunidad de iluminar la noche. 

El riff principal de “All Hope In Eclipse” (por primera vez de 1:14 a 1:36) desencadena una de las piezas más enérgicas, pegadizas y logradas de la banda, para dar paso poco más tarde a una sección intermedia en la cual los teclados de Martin Powell (ex My Dying Bride, y aquí Martin “Foul”) se expresan magníficamente con toda su fúnebre belleza. Tanto él como Adrian Erlandsson en la batería demuestran ser incorporaciones sumamente bienvenidas. “Born In A Burial Gown” y “Suicide And Other Comforts” contienen sobradas muestras de sus dotes, y, una vez más, sirven para ejemplificar las numerosas capas de detalles con los que el grupo desata constantemente el Infierno sobre la Tierra. 

Por otra parte, las nuevas versiones de “The Principle Of Evil Made Flesh” y “Summer Dying Fast” resultan innecesarias al no presentar grandes diferencias con respecto a los originales (salvo, claro está, a nivel sonoro), y la secuela de “The Black Goddess” no es realmente tal, sino más bien otra copia del material inicial con leves novedades. Y como todo cover -o, al menos, la gran mayoría de ellos-, el de “No Time To Cry” (de The Sisters Of Mercy) representa una inofensiva forma de pasar el tiempo... y extender disimuladamente la longitud del producto final, cuyo balance, si bien un tanto confuso, satisface lo suficiente como para anticipar la próxima entrega. Y es justamente en ese punto dónde, para Cradle Of Filth, comienza el verdadero horror: lidiar con una discográfica multinacional. 

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