Tuesday, March 01, 2011

GRAVEWORM “Engraved In Black” (Nuclear Blast Records, 2003)


Ya antes en estas páginas sancioné que Graveworm le debe su sonido a Cradle Of Filth, y probablemente nadie pueda argumentar lo contrario. Las pruebas están en “Scourge Of Malice” (2001) y “As The Angels Reach The Beauty” (1999): mucho griterío fastidioso alternado con asperezas guturales, incienso a terciopelo aromatizado con fragancias color cementerio, descargas estilo ametralladora contrastadas con melodías de divinidad absoluta, y una atmósfera de horror cósmico-gótico que se despliega fausta y esplendorosa de principio a fin. ¿Suena familiar? Pero entre “Engraved In Black” y “Damnation And A Day” (2003) me quedo, una vez más, con el discípulo mientras me disculpo ante el maestro. El sexto larga duración de Cradle Of Filth podrá constituir una obra marcadamente más texturizada, compleja y con más chances de sobrevivir airosa el paso del tiempo, pero esta cuarta placa de Graveworm gana en dinamismo, pegajosidad y pura garra. No hay sorpresas, sólo black metal sinfónico, pomposo, romántico, salvaje, y sumamente efectivo. Demasiado efectivo, de hecho, al contemplar más de cerca la receta una vez que uno deshuesa a fondo sus ingredientes y los compara con obras previas. El excelente “Scourge Of Malice” y “Engraved In Black” comparten idénticas estructuras y recursos, desde las entonaciones chilladas/gruñidas de Stefan Fiori (que no supera a Dani Filth pero está al nivel de un Shagrath) hasta los constantes cortes, rebajes y desvíos de lo negro frenético a lo negro pasional, mientras que la cuota de personalidad sigue corriendo a cargo del ocasional uso de gaitas (sintetizadas) y sutiles aires celtas que la banda emplea con notable gusto. 

“Dreaming Into Reality” inaugura la función y corrobora inmediatamente todas y cada una de estas mañas, mientras que “Legions Unleashed” o “Abhorrence” ponen de manifiesto una faz de brutalidad maciza acaso un tanto relegada en “Scourge Of Malice”. La melodía de “Drowned In Fear” recuerda a “In Times Before The Light” (el tema, no el álbum), de The Kovenant (cuando todavía se llamaban “Covenant”), y tampoco falta el riguroso cover de una pieza ajena al black metal (el de “Fear Of The Dark” en “Scourge Of Malice” es de escucha obligatoria), en este caso una descabellada versión de “Loosing My Religion”, de R.E.M., que no puedo parar de escuchar (la edición japonesa incluye asimismo “It´s A Sin”, de los Pet Shop Boys). Irónico: este tipo de cosas hubiesen representado herejías absolutas en los '90 y hoy son consideradas pintorescas. Black metal era el de antes, sin dudas, pero si tengo que elegir diez bandas contemporáneas que se destacan dentro del género, Graveworm entra seguro en la lista. 

1 comment:

The Lonely Crow said...

Groso, lo voy a escuchar, los dos anteriores me parecieron una maza, y el cover de "I need a hero" tampoco puedo parar de escuchar.